1. Prepara los párpados
Los párpados suelen ser mucho más oleosos que el resto de la piel y la grasa es una de las razones principales por las que se empiezan a mover y plegar las sombras. ¿Cómo evitarlo? Puedes aplicar un poco de tónico en la zona para eliminar el exceso de grasa o usar unos papeles de arroz que absorban la oleosidad.

2. Invierte en un (muy) buen primer
Un buen primer de ojos no solo va a crear la base perfecta, intensificar el pigmento de las sombras y evitar el fall-out (cuando se desprende el pigmento), también las va a adherir a la piel y fijar fuertemente para evitar los pliegues.
