Para las que se arrepintieron de depilarse las cejas súuuuper delgaditas en los 2000, el microblading ha sido una maravilla. Aunque tenemos que aceptar que un tatuaje en la cara suena un poco extremo (y hay cada foto de terror en Instagram…) pero no te preocupes, porque para eso está el microshading, la versión sutil y ligera del microblading.
Microshading: la nueva tendencia de cejas que no es como el microblading
Okay, de que se trata exactamente…
En vez de tatuar pelo por pelo para darle forma y estructura a las cejas, como lo hace el microblading, el microshading se enfoca en crear un efecto de “sombra” en la ceja. Así es, con un pigmento más claro al tono de las cejas, se rellenan todas las cejas y ¡listo!
Cómo es el resultado
Al igual que con el microblading, al principio el pigmento se ve intenso pero después de dos semanas se suaviza para dejar un look muy natural y casual. De forma más específica, el sombreado final se parece mucho al efecto que se crea con maquillaje cuando rellenamos con un lápiz o con polvos.
Mix & Match
Si buscas un acabado más detallado, puedes pedir que mezclen la técnica de microshading con la de microblading para darle definición y sombra a tus cejas al mismo tiempo. Solo asegúrate de que tu esteticista o brow-artist domine las dos técnicas.
Cómo prolongar los resultados
Los cuidados específicos del post-microshading te los dará tu esteticista y es ESENCIAL que los sigas al pie de la letra para que tu piel sane correctamente y el resultado final sea el mejor. Para prolongar los resultados, procura retocar tus cejas con pinzas o hilos de depilación, evita la cera al máximo; la depilación con cera tiende a remover las células muertas, algo que desvanece el pigmento. Por último, recuerda usar FPS y disminuir el uso de exfoliantes abrasivos.