No sé ustedes, pero mi piel es muy susceptible a los cambios. Que si me estreso, que si abusé de pizza y papas fritas, que si me va a bajar o que si decidí desvelarme… Hay mil y un razones por las que mi piel se sale de control y los granitos e imperfecciones me persiguen. Y aunque es algo que no me gusta, también es algo que me ha llevado a desarrollar la rutina perfecta para regresar mi piel a lo normal.
1. Back to basics
El primer paso es dejar de probar productos nuevos y darle un descanso a la rutina de 7 pasos. Regreso a mis productos de toda la vida que sé que me funcionan y le gustan a mi piel. Esta es una forma fácil de darte cuenta de si tus imperfecciones fueron provocadas por los productos nuevos o tus hábitos.
2. En la mañana
Por las mañanas me lavo la cara, aplico un suero (hidratante o calmante, dependiendo de lo que necesito) y sello con un hidratante y un bloqueador ligero. Lo ideal es darle a tu piel los activos que necesita, pero no excederte para evitar saturarla y dejar que se enfoque en la reparación.
3. En la noche
Por las noches, me lavo la cara y sigo con un exfoliante químico (un día sí, un día no), sigo con un suero calmante o reparador y sello con un hidratante y un tratamiento anti-acné (que aplico únicamente en áreas problemáticas). Cuando se trata de la exfoliación química, lo más importante es no excederte. Una sobre-exfoliación solo provoca mas imperfecciones y problemas en la piel.
4. Me olvido del espejo
La forma más efectiva para que la piel regrese a la normalidad es dejando de tocarla. Eso significa: no exprimir granitos. Es algo que parece casi imposible, a mi me sirve olvidarme de los espejos y superficies reflejantes. Únicamente me fijo cuándo voy a aplicar el tratamiento anti-acné. Si tienes un grano que está descontrolado, aplica hielo durante unos minutos varias veces al día, verás cómo se reduce drásticamente.
5. Limpio TODO
Desde mi celular y computadora hasta los cables y básicamente cualquier cosa que toco normalmente. Trato de desinfectarlo y limpiarlo todo para evitar que esa suciedad y esas bacterias lleguen a mi cara. Y, por ende, provoquen imperfecciones.
6. Cuido mis hábitos
Estoy tratando de ver las imperfecciones como un ‘friendly reminder’ de cuidar mejor mis hábitos. De darle un break a la comida refinada, esforzarme en dormir el tiempo necesario, hacer ejercicio por las mañanas y desestresarme. Tomártelo como un recordatorio hace que toda la situación sea mucho más fácil. <3