Primero, lo primero: el spa
Antes que complejos hoteleros de lujo, Banyan Tree tiene sus raíces en los spas. Es tan importante para ellos perfeccionar la técnica y ofrecer el mejor servicio en el mundo que tienen su propia academia Academia de Banyan Tree Spa en Phuket, Tailandia, en donde todas sus terapeutas son entrenadas. Partiendo de ahí, cualquier momento del año es un el mejor momento para darte un masaje en Banyan Tree, pero hay algo que lo hace aún más especial durante la celebración del Songkran.
¿Recuerdas que mencioné que esta festividad también es conocida como festival del agua? Pues bueno, para evocar toda esa frescura han implementado un ritual purificador en dos partes: la primera, “Herbal Purify”, una exfoliación corporal a base de sándalo y jengibre en polvo que ayuda a eliminar toxinas y promueve la renovación de la piel. Sentirás calor y frío mientras lo aplican y después viene el mejor remate de todos, “Body Splash”. Una mezcla de yogurt y pepino que dejarán tu piel más suave de lo que jamás la has sentido (no exagero).

Pro tip: agrega un masaje después de este ritual y saldrás completamente renovado, relajado y con nueva energía para seguir. Yo recomiendo el masaje balinés, que integra las mejores técnicas asiáticas para liberarte del estrés. Las instalaciones del spa son espectaculares, pero si buscas un momento aún más íntimo, puedes pedirlo hasta la comodidad de tu villa. Lo cual me lleva a hablar de las villas…