Querido cuerpo: Hoy estaba viendo fotos de hace un año y observaba el cuerpazo que teníamos. En especial cómo se nos veía ese traje de baño azul (guiño de ojo). Tengo que confesarte que por un momento me empezó a entrar un poco de estrés porque claramente por más ejercicio que haga, no nos vemos de la misma manera que en aquel viaje. Después comencé a ser más objetiva, más indulgente. ¿Por qué presionarnos tanto a nosotros mismos en una situación como ahora? ¡Estamos viviendo una pandemia mundial! Claramente NO llevamos una vida como la que que teníamos al inicio de año y eso conlleva muchos cambios físicos y mentales. Quizás antes pensábamos que no caminábamos tanto, pero ahora sabemos lo que es verdaderamente caminar MUY POCO. En un día normal, yo andaba de abajo para arriba y era muy sencillo tener horarios para comer cinco veces al día. Ahora, con la cocina a mi lado y todo el día encerrada, CLARO QUE NO como cinco veces al día, ¡como muchísimo más! Y ESTÁ BIEN. No puedo esperar que mi vida siga normal cuando claramente no lo es. Creo también que la mente tiene mucho que ver y si somos demasiado duros con nuestro cuerpo, también lo vamos a resentir. Tratemos de amar, aceptar y cuidarnos dentro de nuestras posibilidades. Cuando todo esto pase, podremos seguir con nuestra rutina y bajarle a la ansiedad, pero no es necesario agregar un peso extra a nuestra salud mental por ahora. Sé comprensivo con tu cuerpo.
Foto: @feraltuzar También, querido cuerpo, . Prometo dejar de clavarme tanto con la serie y hacer mínimo 30 minutos de ejercicio diario. Tomaré esos jugos verdes con jengibre para tener mi sistema inmunológico lo mejor posible. También trataré de relajarme y dejar de pensar que quiero el cuerpazo con cuadritos cuando claramente ahorita hay que enfocarnos en otras cosas más importantes. Te quiero y te respeto. GRACIAS.