En el ecléctico departamento de Gabrielle Chanel en el número 31 de la rue Cambon de París, que ha sido preservado tal y como lo dejó tras su muerte en 1971 (y en el que por cierto nunca durmió, porque realmente vivía en el hotel Ritz), lo primero que atrapa la atención son sus antiguos biombos de Coromandel. A la diseñadora le encantaba estar rodeada de estas obras de arte de laca china.
Esta preciosa pantalla que Mademoiselle Chanel atesoraba en su espacio personal, representa escenas de la vida cotidiana de antaño en China, y en él aparece el lago del Oeste de Hangzhou como telón de fondo. Fue precisamente en esta ciudad histórica y ahora capital de la tecnología que fue presentada la colección Métiers d'art 2024/25, dedicada al encanto, los viajes y los sueños.