Con la histórica exposición “El diseño de Cartier: un legado vivo” , la relación de María Félix con la maison joyera fue descubierta por un público más amplio, que pudo apreciar de cerca los collares de alta joyería en forma de cocodrilos y serpiente diseñados para la diva mexicana. Sin embargo, poco se conoce sobre su estrecho vínculo con otra reconocida maison parisina de lujo: Hermès.
A finales de los años 70, la Doña fue nombrada una de las mujeres mejor vestidas del mundo; lo que hizo que las marcas de lujo francesas, de Christian Dior a Hermès, le abrieran las puertas como un icono de moda internacional. En París conoció a la tunecina Leïla Menchari , legendaria escaparatista de Hermès, quien se convirtió en una íntima amiga y le abrió la puerta a exclusivas creaciones de la maison.