Swarovski creó la noche más brillante en la Casa del Lago

Al llegar, un hermoso color verde esmeralda cubría la histórica casa de estilo afrancesado junto al lago más famoso de la Ciudad de México. Poco a poco los invitados iban llegando a la que sería una velada inolvidable, pero primero, posaban para una cámara ubicada frente un set cubierto de flores a las afueras del reciento.

Elegantes cocteles acompañaban a los asistentes hasta el interior de la casa. La decoración hecha con vegetación robaba el aliento, para luego dar paso al salón principal en donde iniciaba la magia. Al centro, una mesa con lo mejor de las creaciones de Swarovski conquistaba el corazón de todos, mientras distintas columnas lucían arreglos florales que enmarcaban joyas en todas sus formas.

La mejor parte es que no solo la mirada se recreaba, sino que cada persona podía interactuar con estos hermosos objetos. Pulseras, collares, aretes, dijes, lentes o anillos cautivaban con su resplandor y diseños que todos lucían frente a los espejos. Aquel era un espacio para dejar fluir la creatividad con piezas que renuevan cualquier look y también el espíritu.

Todo alrededor se convirtió en un jardín lleno de cristales. En otro de los salones, las flores revestían otro set listo para crear retratos luciendo diferentes accesorios. Para un final igual de maravilloso, se ofreció una cena de cuatro tiempos que coronó aquel momento en donde la belleza y el brillo se unieron para presumir lo mejor de Swarovski como nadie más podría hacerlo en el mundo.