A lo largo del comunicado, Balenciaga culpa a la productora y al escenógrafo y a su vez, admite su error por publicar la pertubadoras imágenes. La marca explica que se trató de dos campañas por separado. La primera titulada Gift Collection, en la que niños aparecen fotografiados juntos a sus bolsas de osos de peluche con looks inspirados en BDSM. Sobre esta, la marca dice: "Fue una elección equivocada, combinada con nuestra falla en la evaluación y la validación de imágenes".
La segunda campaña de Spring 2023 estaba destinada a replicar un ambiente laboral que incluía un documento llamado "United States v. Williams 2008" que promueve la pornografía infantil. Balenciaga tenía por entendido que los papeles usados en la campaña eran "documentos de oficina falsos" pero resultaron ser reales y posiblemente tomados de un set de drama televisivo, explica el comunicado.
La maison parisina alega que el documento que incentiva a la pornografia infantil que apareció en las imágenes de campaña fue usado sin su conocimiento y aprobación. “Asumimos plena responsabilidad por nuestra falta de supervisión y control de los documentos en segundo plano y podríamos haberlo hecho las cosas de manera diferente".