Opinión: ¿Cansados de las colaboraciones? Ya fue suficiente de la orgía de moda

Seamos sinceros, ¿cuándo fue la última vez que realmente nos emocionó una colaboración? Yo solo puedo pensar en la disruptiva asociación histórica de Louis Vuitton con Supreme en tiempos de Kim Jones en 2017, o incluso los primeros pasos de la democratización con H&M por Karl Lagerfeld en 2004 . Ya lo hemos visto todo, y por más inesperadas que sean, ya son solo una colaboración más.

Las colaboraciones son en realidad una estrategia de marketing que le conviene a ambas partes, pues cruza las audiencias de ambas marcas y aumenta su alcance entre mercados. En principio es efectivo, pero es un recurso que parece empezar a sentirse excesivo; desde intercambios como Fendace , el "hackeo creativo" bilateral entre Gucci y Balenciaga , que después se relevaron a Adidas ; hasta el trío de Yeezy Gap enginereed by Balenciaga ... que ni Kanye entendió.

Originalmente, las colaboraciones de streetwear estaban basadas en el modelo de un único drop o lanzamiento de edición limitada que generaba largas filas de compradores frenéticos por tener en tus manos esa pieza tan codiciada. Esta exclusividad alimentaba el hype, pero ahora tantas colaboraciones y la reposición del inventario no solo hacen que ya no tengan nada de especial, sino que además los productos ya no aumentan su valor de reventa como lo hacían antes.