Tras la caída de los ángeles de cuerpos inalcanzables de Victoria’s Secret , la partida de los abdómenes marcados de las tiendas Abercrombie & Fitch , y mucho después de la controversia del anuncio “¿Quieres saber qué se interpone entre mis Calvins y yo? Nada” de Brooke Shields , pensábamos que el sexo ya no vendía, pero parece que estábamos muy equivocados.
A finales de los 90, el diseñador Tom Ford revivió Gucci con su revolución sexual del "porno chic" . Sus sugerentes campañas producidas con Carine Roitfeld y Mario Testino , crearon una visión sensual y accesible del sexo, que, aunque en el contexto social actual ya no tiene lugar, definió toda una época, y que con la tendencia Y2K ha sido retomada por Diesel, pero desde un ángulo distinto.