
En las paredes del recinto, recubiertas con las obras de los artistas Madhvi y Manu Parekh, que fueron creadas a mano por los talleres y escuela de Artesanía Chanakya en India, que celebran el bordado en grande, mientras que la colección misma lo hace de una forma más discreta y minuciosa, siguiendo las reglas de construcción arquitectónica de la alta costura.
Más allá de ser un elemento decorativo, el bordado da estructura al tejido en las piezas de alta costura, como las faldas largas completamente bordadas, que contrastan con simples camisas de organza transparente. Es mismo diálogo se repite en toda la colección, desde los trajes gris Dior , leotardos con medias con aplicaciones (accesorios clave de la colección), faldas plisadas y vestidos de noche drapeados; en los cuales la delicadeza del bordado se combina con la ligereza del tul.
