
Esta nueva colección centra la atención en la materialidad táctil, la importancia de las telas y técnicas en la alta costura ; como el tejido y el bordado, dos oficios que la directora creativa aprecia más allá de su función estética, como transmisores de memoria y protección con una energía artística parecida a la poesía, en la intersección de estilo, movimiento y actitud.
A través de la investigación textil, se presentan una serie de piezas que juegan con texturas y dimensiones de motivos sartoriales clásicos como tartán y tweed en blanco y negro (creando el característico gris de la maison) para construir piezas innovadoras sobre los fundamentos de prendas emblemáticas como la chaqueta Bar , la falda corte A o el abrigo línea vertical, que favorecen la silueta perpetuando el legado de Dior .
