
Con una divertida cuenta regresiva con amigas y embajadoras de Chanel como Caroline de Maigret y Angèle , acompañado de una introducción en blanco y negro con una melodía casi celestial; las modelos hicieron de la rue Princesse su pasarela para después entrar juntas a Castel, subir por la escalera de caracol y atravesar una cortina de flecos para prepararse para el verdadero desfile.
