
A principios de diciembre, el gobierno de Dinamarca les dijo a todos los criadores de minks (o visones, animales parecidos a los hurones) que mataran su ganado debido a la preocupación de una mutación de coronavirus . Esto llevó al sacrificio de 23 mil animales, desapareciendo uno de los productores más fuertes de pieles y realizando el sueño de los activistas por los animales.
