En un panel organizado por Bussiness of Fashion en 2018, Kardashian confesó que ella pensaba que tenía un gran estilo hasta que su esposo le dijo que tenía el “peor”. "Fue muy amable al respecto y limpió todo mi armario", agregó.
Kim también confesó que Kanye fue quien le enseñó los nombres de varios diseñadores y marcas de lujo. "Había percheros de ropa de diseñadores de los que nunca había oído hablar antes, como Lanvin y Givenchy. No lo sabía entonces. Quería aprender, hizo eso por enseñarme”, aseguró.
Ese mismo año, en uno de los episodios de Keeping Up With The Kardashians, Kim reveló que Kanye le mandó mails en dónde le dictaba qué podía y qué no podía ponerse. "Kanye me envió un correo electrónico completo que decía 'Ya no puedes usar lentes grandes. Debes usar diminutos'", dijo Kardashian en el capítulo. "Me envió 90 fotos de cómo se deben usar los mini lentes”, dijo mientras llevaba puestos unos.
Claramente Kanye controlaba por completo la forma en la que se vestía Kim e incluso le llegó a tirar ropa -exactamente 250 pares de zapatos- e hizo que se cambiara de look a última hora, pero la empresaria siempre lo comunicó con muy buen humor y entre risas para que se notara menos que su esposo era posesivo y manipulaba su imagen a su son.