Todos los años, dos (o más) veces al año, las marcas de moda montan espectaculares desfiles que presentan su propuesta creativa para la temporada, pero al final son solo eso, espectáculos de marketing. El verdadero negocio que mantiene a flote la moda de lujo no es la ropa, sino los accesorios que representan la categoría más importante y rentable de la industria.
Los accesorios y en especial las bolsas son fundamentales para la recuperación de ventas tras la crisis de coronavirus, y han sido la salvación para empresas como el conglomerado de lujo LVMH, que gracias a su división insignia de marroquinería con firmas como Louis Vuitton y Dior, amortiguó los daños con un incremento de 12 por ciento, un panorama bastante favorable.