Una mirada a nuestro diario vivir es suficiente para entender que todo evoluciona. La era digital, los movimientos sociales y las pandemias son solo una muestra de que el mundo está cambiando a cada segundo y por primera vez, en lo que me alcanza mi memoria, debemos reinventarnos junto con él.
Inevitablemente la moda, nuestra eterna compañera, también se transforma como parte de una solución a lo que el ser humano necesita en una era. Es asombroso cómo la piel y la ropa tienen una relación tan estrecha que dejamos de percibirla. La historia del hombre y la historia de la moda son una misma; basta con entrar a una clase de Atelier ELLE para desvelar este secreto. Ahí aprendí que lo que se concebía para diferenciar clases sociales y status evolucionó hasta ser en una expresión diferenciada.