
Se trata de una colaboración sin precedentes entre dos pesos pesados de la moda, lo cual no sucede todos los días. Las dos partes han enfatizado que se trata de un verdadero trabajo a partes iguales “con las mismas responsabilidades para la aportación creativa y la toma de decisiones ", lo cual nos genera aún más curiosidad de qué híbrido se obtiene al combinar ambas mentes maestras.
Los creativos tienen una larga historia de admiración mutua y afinidad artística que comenzó cuando Raf Simons fue director creativo de Jil Sander de 2005 a 2012, periodo en que la firma fue propiedad del Grupo Prada. Desde entonces, los diseñadores son buenos amigos y se asisten a sus desfiles, por lo que será interesante ver como funciona esta química llevada al estudio de diseño.
