Aunque esta semana de la moda de Nueva York primavera/verano 2021 en formato digital no hizo tanto ruido como los desfiles físicos y pasó prácticamente desapercibida (además de que solo duró cuatro días), logró atraer nuestra atención el tradicional desfile de cierre de Tom Ford, que la noche del miércoles presentó una sensual oda a la exuberancia de los años setenta.
El confinamiento sacó a la luz el lado más divertido del diseñador, quien admitió que crear moda en estos tiempos difíciles le parecía frívolo y no lograba concentrarse ni encontrar inspiración en el presente; por lo que su mente viajó a la época feliz del ‘flower power’ en la que se vivía sin preocupaciones ni restricciones, ni siquiera en la forma de combinar múltiples estampados.