Por Gabriela Ramos Caldato Creemos que la tendencia para la temporada otoñal serán capas, capas y más capas. Karl Lagerfeld, quien siempre es pionero de las tendencias, presentó elegantes opciones en su última pasarela de Haute Couture para otoño, así como un Chanel moderno, sexy y vibrante. Esta vez, Lagerfeld ha transformado el Grand Palais en el Institut de France, construido por Louis le Vau para el Cardinal Mazarin en 1660, hoy en día casa de la Academie Française, las modelos desfilaron en las aceras elevadas del Sena rindiendo homenaje a la ciudad de la luz en la década de los 50.
Foto: Shutterstock Entre tweeds, y chiffons, acompañados de bordados impresionantes de labor artesanal, Chanel mantuvo su esencia, pero nos mostró una cara hacia el futuro como faldas largas con cierres abiertos que revelan mini faldas provocativa al caminar.
Foto: Shutterstock El "revelado" entre cortes, usando cierres pronunciados muy abiertos, nos mostró trabajo de bordados muy elaborados obligando a la mirada a enfocarse en el "engaño de la costura" y así generar esa atracción de una forma refinada y coqueta. Foto: Shutterstock Los vestidos, todos, fueron dignos de esa mujer elegante, casi regal, con largas faldas ovaladas acompañadas también de bordados cristalinos. Sin embargo, fue un vestido blanco y negro, con una cola negra en terciopelo y una flor rosada en el busto que enamoró a fans, editores y espectadores del desfile.
Foto: Shutterstock Foto: Shutterstock El vestido de novia, en verde pistacho, fue divertido, funcional, apropiado para la mujer moderna cuyo matrimonio es algo más pragmático y menos fantasioso. Sin duda hay una sobriedad al vestir, pero es una sobriedad sensual no restringida y que deslumbra sugiriendo una forma casi intelectual al vestir.
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