Por: Gabriela Ramos Meghan Markle ha sorprendido con su vestido de novia. Fue simple, puro y escultural. Cuello bateaux al hombro, manga larga y una falda al talle desembocando en una cola espectacular. La Duquesa de Sussex, no vistió un vestido de princesa, vistió un vestido hecho para una mujer con una agenda enfocada a su libertades, poderes y autonomía femenina. La diseñadora, Clare Waight Keller es la creativa actual y primera mujer a la cabeza de Givenchy. El vestido Couture fue confeccionado con sedas e hilos todos pertenecientes a nacionales del Commonwealth Británico. Aunque la casa es Francesa, el tener a una mujer británica en diseñar su vestido de novia le rinde respeto y honra a la nueva nación que será su hogar. El vestido fue hecho con solo seis pinzas al talle para lograr la simplicidad y frescura que transmitía.
Getty Images Por otra parte, es una forma de rendirle homenaje al gran , quien falleció este año, y a su casa de moda que durante la historia moderna le otorgó a Hollywood y al jet set una infinita gloria y glamour. El velo de la novia fue de cinco metros de largo y la seda tul fue bordada a mano con 53 flores que representan el número de las naciones que conforman el Commonwealth. En el velo, vimos con simpatía bordada la flor conocida como Califormina Poppy que representa a el estado natal de la novia.
Foto: Getty La tiara de diamantes y platino de la reina Mary hecha en 1932 fue prestada por la reina Elizabeth a Meghan Markle y . Comparar vestidos entre concuñadas está fuera de lugar , considerando agendas tan diferentes que se manejan en términos de la monarquía. El príncipe Harry es sexto en la línea de sucesión por lo que él y su esposa gozan de ciertas libertades que William y la duquesa de Cambridge no podrían. Es inevitable concluir que Meghan Markle se ha convertido en un símbolo de fuerza femenina dentro de la monarquía, con extraordinario porte, aunado a su brillante discreción e inteligencia lo que nos ha sorprendido a todos y en específico su vestido de novia, ha sido sin duda una grata y muy elegante sorpresa cambiando sin perder los valores reales de la corona Inglesa y ganando en clase y sobriedad.
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