El Museo del Louvre en París es increíblemente grande, es prácticamente imposible recorrerlo todo en un día, incluso para el turista más ávido de arte. Para la mayoría de los visitantes, el recorrido más popular es comenzar “a lo que vinimos”, es decir, ver la obra de arte más famosa del mundo; la Mona Lisa o Gioconda , y después continuar con las demás obras maestras del museo.
El Louvre es el museo más visitado del mundo, y la enigmática pintura de Leonardo da Vinci su más grande estrella. Sin embargo, las expectativas suelen ser enormes y el preámbulo para llegar a la lejana sala suele terminar en una decepción al llegar a un espacio que no está adaptado a que millones de espectadores la aprecien. Es por lo que el Louvre quiere cambiar la pintura de lugar.