Si algo amo de la Ciudad de México son sus restaurantes. Sobre todo porque salir a una comida puede ser el plan mismo. ¿Dónde le seguimos? Siempre hay una opción. Los lugares te invitan a comer delicioso, mientras tomas tus drinks favoritos, te relajas y la plática se pone buena. Si todo sale bien, la sobre mesa se extiende, llega la noche y resulta que puedes seguir en el mismo lugar. Casa Prunes hace perfecto esta transición.
Es una casona divina que acaba de abrir en la Roma. La remodelado completamente, pero conservando su arquitectura y estilo Art Noveau. Últimamente se ha convertido en mi lugar de confianza cuando quiero ir a comer rico o simplemente por unos drinks de catch up con mis amigos, a pre copear y también si quiero ir a cenar y escuchar buena música. Sin importar el mood en el que estoy, sé que puedo ir a Prunes.