De regreso a casa mi mamá me habló sobre el amor y la sexualidad, curiosamente nunca mencionó el deseo, tampoco preguntó mucho; la conversación fue de carácter informativo con toquecitos emocionales, incómoda pero necesaria. Antes de este incidente, ¿dónde estaba la información? ¿Por qué no teníamos acceso a educación sexual clara y a la mano? Ahora, casi con cuarenta años, me doy cuenta de que fuimos parte de una generación desinformada, machista, influida por las telenovelas y los prejuicios. Por años las familias mexicanas hemos dejado el tema de lado, pero es vital tener conversaciones abiertas, serias y fundamentadas con nuestras juventudes. El Grupo de Información en Reproducción Elegida tiene como misión difundir información objetiva, científica y laica sobre el aborto en México, para así posicionarlo como un tema de interés público, salud pública y justicia social. Según su informe reciente: “es muy importante tener presente que la criminalización del aborto es la materialización de la idea de que la maternidad es la función obligatoria de las mujeres; idea que continúa permeando no solo la cultura, sino las instituciones del Estado y que representa una violación a los derechos humanos”. Es urgente que se nos garanticen derechos y se fomente la conversación fuera de los estigmas que rodean la interrupción del embarazo.
