Al momento de ponerte la pulsera debes tener pensamientos positivos, no debes maldecir a la gente ni lanzar objetos, esto se hace con el fin de recibir lo mismo.
En la kabbalah, es una antigua tradición enrollar siete veces el hilo rojo alrededor de la tumba de Rajel, esposa de Jacobo, que dio a luz después de muchos años a dos hijos: Yosef y Benjamín. Durante el nacimiento de Benjamín, Rajel falleció y fue enterrada en el camino entre Jerusalem y Belén, en la tierra de Israel. Después de enrollar el hilo Rojo alrededor de la tumba, éste recibe poderes místicos. Según la Kabbalah, Rajel representa el mundo físico en el que vivimos. Su deseo mas grande es proteger y defender del mal a todos sus hijos. Cuando nos atamos el hilo Rojo a la muñeca izquierda sellamos su poderosa energía protectora dentro de él. La persona que ate el hilo rojo a tu mano debe ser alguien que te ame y que solo desee el bien para ti.
Si eres de las personas que son muy sensibles o espirituales sabrás que utilizar este tipo de amuletos refuerza el potencial de erradicar la negatividad para siempre y también actúa como recordatorio para no juzgar o enviar energía negativa a los demás.