Hoy quiero platicarles algo muy personal. Este mes y el pasado fueron muy difíciles para mí y mi familia. Mi hermano tiene una condición que lo ha llevado a pasar largos periodos en el hospital desde que era un bebé. Todo el mes de febrero estuvo internado por su décima operación, tenía una malla, la cual su cuerpo rechazó y migró al esófago hasta perforarlo. Después de un mes internado, salió por fin a su casa y a los tres días entró nuevamente a urgencias por una hemorragia interna que lo llevó a perder casi la mitad de la sangre de su cuerpo. Creo que en momentos de tragedia puedes sacar algunas cosas positivas como sorprenderte ante la solidaridad, apoyo y el amor de tus amigos o incluso de las personas con la que no te llevas tanto. También me ha llevado a reflexionar en esos momentos oscuros, llenos de tristeza y miedo, en quiénes son realmente mis amigos y quiénes solo lo aparentan.
Me di cuenta también que la fuerza te llega incluso cuando crees que no la tienes. Creo que después de una crisis, no vuelves a ser la misma persona y eso está bien porque te da más herramientas y habilidades para reaccionar ante las circunstancias. Creo que en circunstancias así el dolor no es solo mental, también físico y la mayoría de las veces comenzamos a descuidarnos a nosotros mismos y eso SOLO EMPEORA la situación. Yo sé que es difícil pero tenemos que tratar de salir de el circulo vicioso del descuido personal.
APRENDER ES SIEMPRE UN REGALO, INCLUSO CUANDO EL DOLOR ES NUESTRO MAESTRO.
Así que si, no estamos solos, no nos de miedo acercarnos y apoyarnos en nuestros seres queridos. Darnos tiempo para sanar y no olvidarnos de cuidarnos a nosotros mismos.