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Guitarricadelafuente sobre su proceso creativo, la fama y mantener su esencia

El cantautor y guitarrista español protagoniza la edición más reciente de ELLE Man.
mié 29 octubre 2025 10:33 AM
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Guitarricadelafuente en portada de ELLE Man. (Foto por: @edgumuchian)

A sus veintipocos, Álvaro Lafuente lleva la tradición al presente con la naturalidad de quien sabe quién es. Bajo el alias Guitarricadelafuente, se ha convertido en emblema de una generación que reivindica raíces y libertad a partes iguales. Su nuevo disco, Spanish Leather, lo confirma: crudo, sincero y magnético. Mientras se prepara para debutar en el cine de la mano de Los Javis, el músico comparte su mirada sobre la fama, el vértigo creativo, y la necesidad de escucharse a uno mismo en un mundo que va demasiado rápido.

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ULISES García (UG): Cuando te presentan como “la voz que renovó el folk español ¿qué parte de esa etiqueta te queda bien y cuál te incomoda?

Guitarricadelafuente (G): No sé si me incomoda o si me siento del todo identificado con esa frase. Hay tantas formas de categorizar... siento que estoy muy cercano al folk, pero también me siento alejado de muchas cosas que se asocian a él. Sentirme dentro de ese mundo me angustia un poco. Siempre he estado inspirado por el folk; cuando empecé a tocar la guitarra estaba rodeado de ese mundo, y mi primer disco fue un homenaje a la música que aprendí, al folklore que me rodeaba. Con Spanish Leather sentí un viraje hacia otro sitio, en lugar de mirar el folklore como algo añejo y desvinculado de la juventud, lo veo como algo inherente a todos nosotros. El cuero, el spanish leather, representa esa herencia del pasado que ya forma parte de nosotros sin necesidad de justificarse estéticamente; no se trata de ponerse un traje regional o romantizar la vida rural. Es, al final, el resultado del lugar donde hemos nacido por casualidad.

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Look total Prada, brazaletes Cartier. (Fotos por: @edgumuchian)

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U: Tu nombre artístico suena artesanal: “Guitarrica- delafuente”. ¿Qué significa hoy esa guitarrica en un presente tan digital?
G: Fue el nickname que me puse en Instagram para mantenerme anónimo al compartir canciones en SoundCloud y Spotify. Al mismo tiempo me identificaba con algo muy de mi familia y de mi raid. Me hace gracia que, en tiempos en los que todo va tan rápido y nadie lee, el nombre siga ahí, incluso en los carteles de festivales. Tiene una reminiscencia de cosas tradicionales; mucha gente piensa que canto flamenco porque suena a cantador o a un guitarrista. Me gusta aferrarme a ese lugar del que vengo y llevarlo por diferentes universos, sin quedarme atado a una sola cosa. Tengo presente esa raíz, pero quiero ir descubriendo y experimentando por otros lares.

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Playera y tenis Erl, jeans Acne Studios, brazalete Cartier. (Fotos por: @edgumuchian)

UG: Empezaste subiendo canciones con un micro de PlayStation. Si hoy pudieras mandarle un audio a ese Álvaro de 2017, ¿qué le dirías?
G: Le diría que comprara un micrófono mejor y que se atreviera a seguir su instinto sin miedo, que intentara dejar de lado lo que le ataba, se arriesgara a mantenerse en la música y se dejara llevar por su pasión.

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UG: En tus letras hay tiempo, lugar y memoria. ¿Que llega primero a la mesa, la melodía, la imagen o una frase?
G: Depende de la situación, pero por lo general empiezo con melodías, tanto de música como de voz. Voy balbuceando y de repente sale una palabra que encaja fonéticamente; a partir de ahí construyo la letra. También me pasa que me obsesiono con una frase o una palabra y empiezo a construir desde ahí. Mi proceso es bastante de montar un pastiche de muchas ideas sueltas que al final, cuando las unes, tienen sentido y forman una historia.

UG: ¿En qué momento decides que una canción "ya esta?".
G: Creo que nunca hay un momento en el que puedas sentirte completamente satisfecho con una canción. En este disco aprendí a dejarme llevar por la inmediatez. Antes me preocupaba más por dar muchas vueltas para hacer canciones atemporales; en este álbum nacieron de un lugar con mucho más impulso, si me sale cantar algo, eso es lo que tiene que ser y trabajo por ese camino. Si una frase me sale de repente y parece tonta, pero la disfruto, es porque tiene que ser. Me he dejado guiar por el momento y ha sido bonito desprenderme de darle tantas vueltas. Si pules demasiado, pierdes la genuinidad de la primera idea.

UG: Tu estética se volvió más directa y juguetona en esta era. ¿Cómo decides dónde termina Álvaro y empieza el personaje de "Guitarrica" frente a cámara?

G: Esta imagen directa está vinculada a una intención general en todos los aspectos: letras, visuales y música. Se trata de dejarse llevar por la inmediatez y lo directo, lo que tenga efecto en ese momento es lo que debe ser. En las letras he contado historias más personales y he dejado de revestirlas con narrativas poéticas; las presento con imágenes mucho más directas que llegan de forma inmediata. Por eso, en la estética de los vídeos de Spanish Leather había una forma de mostrar el cuerpo al desnudo, liberarse de todas las coberturas que podían haber antes. Me gustaba la idea de esa piel que demuestra el pasado, cómo se ha curtido con el tiempo, y que tiene un punto erótico. Está vinculado a la piel, a los olores y al tacto. También quería ver el folklore de otra manera: en los últimos diez años ha habido una romantización de la vida rural, se veía el pasado por encima del hombro, como algo que no hemos vivido. Sentía que todo estaba muy cargado, me apetecía verlo de una forma más liviana y joven. De ahí la idea del cuero español: algo que no tiene coberturas, simplemente es la piel que muestra todo ese pasado y provoca un proceso de autodescubrimiento.

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Look total Ferragamo, brazaletes Cartier. (Fotos por: @edgumuchian)

UG: Debutas en cine con Los Javis en La bola negra, junto a Penélope Cruz. ¿Que te convenció para dar ese salto a la pantalla?
G: Me llamaron en Primavera Sound hace dos años. Nos encontramos allí y me dijeron que tenían algo que proponerme. Pensé que sería para escribir alguna canción para una serie, pero me contaron que querían que hiciera de protagonista. Les dije: “¿Yo? ¡Pero si no soy actor!”. Cuando me plantearon la historia me fascinó, sobre todo porque está inspirada en una obra inacabada de Federico García Lorca, un poeta que ha inspirado a toda España y que todo el mundo mira. Eso me llamó mucho la atención. De pequeño había soñado con ser actor o músico, pero nunca pensé que pudiera ser posible. Accedí inmediatamente y ahora estamos en pleno rodaje desde agosto. Está siendo un proceso muy bonito e intenso que me remueve mucho por dentro.

UG: ¿En qué se parecen y en qué se contradicen el Álvaro músico y el Álvaro actor en un set de rodaje?
G: Siento que el personaje de la película es casi un alter ego, y eso me da un poco de miedo. Hay mucha conexión conmigo por su historia, por la forma en la que vive y por su forma de ser. Siento que estamos muy unidos y que la historia de la película tiene mucho sentido con la narrativa del disco que estaba haciendo. Apareció en un momento en el que tenía sentido estar haciendo este personaje al mismo tiempo que estaba creando este disco.

UG: ¿Qué hace Álvaro cuando no está haciendo música? ¿Dónde buscas inspiración, refugio o solamente diversión?
G: Creo que hay que aburrirse mucho. Me gusta irme solo a algún lugar con playa, pasar unos días leyendo y ejercitar un poco el cerebro, estar horas conmigo mismo, dedicar tiempo a escribir o a pensar y liberar la cabeza de todo lo que te puede contaminar. Al principio de mi carrera tenía pánico a encontrarme en ese momento de intimidad: huía de mí mismo por si no me salía una canción buena. En los últimos dos años he recuperado ese pasatiempo a solas. También me gusta hacer deporte, cuando viajo o en mi día a día hacer ejercicio me sirve para descargar la ansiedad.

UG: ¿Cuál es el mejor momento del día para escribir?
G: Me lo preguntaron el otro día y siempre respondo lo mismo: por la noche o al final de la tarde. Creo que es cuando el cerebro está saturado y las ideas empiezan a brotar. Cuando te despiertas por la mañana estás un poco anonadado, tienes que activar el cerebro leyendo algo para que te traiga otras ideas. Por la noche todo va más rápido, cuando todo está en silencio, estás solo y tienes la cabeza funcionando muy rápido, aparece ese momento en el que surge la inspiración.

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Chamarra y pantalón Maison Margiela vía Sivasdecalzo.com, brazaletes Cartier. (Fotos por: @edgumuchian)

UG: Si tu último disco, Spanish Leather, fuera una película, ¿cuál seria?
G: Sería la historia de un chaval de un pueblo: una especie de Quijote moderno que sale de su pueblo y deambula por diferentes rincones de España, descubriendo cosas nuevas por primera vez hasta acabar en la ciudad, donde surge la catarsis. Creo que también sería una forma de retratar el folklore actual, de reflejar los tópicos sobre nosotros mismos y de mostrar lo que sucede a nuestro alrededor; una especie de muestra quijotesca moderna.

UG. ¿Cuál es el verso más significativo o bonito del disco que casi nadie ha notado?
G: Hay una frase en la canción “Quién teme a la máquina?” que es de mis favoritas: “Paso pantalla en el juego, no veo nada, es un castigo ser ciego, en Granada”. Viene inspirada por un verso de un poeta mexicano, Francisco de Icaza, que escribió: “Dale limosna, mujer, que no hay en la vida nada, como la pena de ser, ciego en Granada”. Para mí esa frase significa que estamos obnubilados por todo lo que tenemos alrededor. Intentamos todo el rato pasar de pantalla, avanzar, escalar o seguir creciendo, y no llegamos a disfrutar del paraíso en el que vivimos. Todo va tan rápido que el tiempo se escapa de las manos y el mundo funciona más rápido que nuestra capacidad de entendimiento.

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Look total Prada, reloj Cartier. (Fotos por: @edgumuchian)

UG: ¿Qué promesa te haces para no perder tu esencia en lo que venga después?
G: No sé cuál es mi esencia. A mucha gente le puede parecer que la vas perdiendo a medida que haces proyectos o experimentas, pero en el poco tiempo que llevo dedicándome a la música siento que he cambiado mucho a nivel personal y artístico. Me guío por lo que me hace sentido, por lo que me hace disfrutar y emocionarme. Eso es lo que me hace mantenerme fiel a mi esencia, no decir “yo hago este tipo de música y soy este tipo de persona”, porque eso me parecería quedarme estático y no avanzar. Necesito estar descubriendo cosas nuevas; me canso cuando hago una cosa demasiado. Guiarme por lo que me apetece es la mejor forma de mantenerme en mi esencia.

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