La naturaleza cíclica de la moda es algo así como un reloj de arena o un bote que llenas de agua hasta que se desborda, lo vacías y vuelve a empezar. Sin ponernos muy densos en teoría, a esto se le llama el péndulo de las tendencias, y tradicionalmente se ejemplifica con el largo de las faldas a través las décadas; muy largas hasta los años 50, y después se hicieron mini en los 60.
Básicamente, las tendencias siguen una curva en forma de montaña. Mientras aumenta su popularidad, van subiendo la pendiente, pero llega un momento en que llegan a la cúspide, y lo único que pueden hacer es descender. Ese es el caso de la sneaker fever ; el calzado deportivo-casual ha llegado a un punto de saturación, y ahora solo nos queda ir en el sentido opuesto: los zapatos.