Su sonrisa es extensa: dentro de la pista, al igual que durante esta entrevista. El carisma de aquel niño de dieciséis años que desató el furor en las redes sociales al ejecutar una rutina de patinaje con música de Juan Gabriel, parece intacta hoy a sus veintiuno que, tras conquistar la vigésima posición en el campeonato mundial de Estocolmo, tiene un pase directo a Beijing 2022. En un país en el que el patinaje sobre hielo no goza de amplia popularidad, Donovan hace historia al convertirse en el segundo mexicano en representarnos en los juegos olímpicos de invierno.
Donovan Carrillo, el patinador mexicano que está haciendo historia en Beijing
Jonathan Saldaña (JS): . Cuéntanos cómo comenzó todo. ¿Cuándo empezaste a patinar?
Donovan Carrillo (DC): Empecé en los clavados a los tres años y gimnasia a los cuatro. Estuve alternando los dos deportes durante unos cuatro años hasta que conocí a una niña que patinaba con mi hermana y me enamoré. En un inicio era un hobbie, de lunes a viernes entrenaba gimnasia y clavados en las tardes, el patinaje era un pasatiempo.
JS: ¿Qué te ofreció el patinaje que no encontraste en otros deportes?
DC: Poder expresarte a través de los movimientos no te lo da cualquier deporte, tener esa conexión de toda la parte artística y emocional es indescriptible. Cuando logras esa conexión, no lo quieres dejar.
JS: ¿Qué pasa por tu mente justo antes de comenzar una rutina?
DC: Una vez que estoy en el hielo, lo único que hago es respirar profundamente. En mi posición de inicio escucho la música y los nervios desaparecen. Es como si mi mente se desconectara de un instante a otro y mi corazón patinara por mí. Una vez que termina la música, regreso.
JS: ¿La mente en blanco es el estado ideal del patinador?
DC: Completamente: la desconexión total, tus emociones y tu corazón se apoderan de ti. La mente puede ser el mejor aliado o el peor enemigo de cualquier persona en cualquier disciplina, en lo que sea que hagas. Es importante dejar que las cosas fluyan y no clavarte en escenarios ni positivos ni negativos; simplemente hacer las cosas y punto.
JS: Pero entonces, ¿qué papel juega la mente en esta ecuación?
DC: Cuando voy a hacer un salto nuevo, me gusta visualizarme una y otra vez haciendo ese salto para que primero pase en mi mente, para registrar lo que tengo que hacer y luego pueda decirle al cuerpo que lo haga.
JS: ¿Puedes rastrear el origen de tu sueño olímpico?
DC: Me tocó ver los Juegos de Vancouver en 2010 y me hizo aterrizar un sueño: el de algún día representar a mi país en unos juegos olímpicos.
JS: ¿Lo veías como algo lejano, imposible quizás?
DC: Nunca me pareció imposible practicar un deporte a pesar de mi situación económica y la de mis papás, que no era la mejor, o que en la escuela me dijeran “eres niña, te van a gustar los niños por practicar un deporte artístico”. No es fácil, y más cuando eres niño, porque nadie te dice cómo sobrellevarlo. No fue fácil pero con el tiempo me di cuenta de que no iba a ser solo el bully del salón, después iba a haber otra persona y luego otra, iba a ser algo con lo que iba a luchar constantemente, no iba a desaparecer.
JS: ¿Pensaste en algún momento dejar de patinar?
DC: Jamás. Disfruto mucho patinar y no iba a permitir que los ideales de una sociedad me impidieran hacer algo que disfrutaba tanto. No me permití nunca cambiar solo por complacer a la sociedad.
JS: ¿Qué pasa cuando caes?
DC: No es fácil, sobre todo depende del punto del salto. En un programa largo hago siete saltos, si te falla el primero, es muy difícil recuperar la concentración para luchar por lo demás, pero no todo está perdido. Siempre trato de hacer “borrón y cuenta nueva” y retomo lo que sigue.
JS: ¿Qué se gana de cada caída?
DC: Algo que me ha enseñado el patinaje es a levantarme. No hay patinador que no se haya caído para aprender un salto. Es algo con lo que vas creciendo, algo que te va inculcando el deporte sin que te des cuenta, y de repente te caes y te levantas con más ganas de hacerlo. Ya con que te levantes estás del otro lado. Así es la vida.
JS: ¿Cómo te preparas para Beijing 2022?
DC: Estoy trabajando para no nada más asistir y decir: “fui a los juegos olímpicos, sino competí y tuve un resultado muy bueno para mi país”. Que no solo nos sintamos orgullosos mi entrenador y yo, sino que se sienta orgulloso un país, porque estoy seguro de que ese lugar veinte en el campeonato mundial de Estocolmo es solo el inicio.
JS: ¿Cómo te definirías como patinador?
DC: Divertido, encantador, disciplinado, confiado en mí mismo, fuerte, atlético y sobre todo, soñador.