Diseño en tiempos de crisis: una conversación con el estudio The Future Perfect

ELLE: ¿Cómo crees que lo que estamos viviendo nos está haciendo repensar el diseño?
David Alhadeff (DH): Creo que hay muchas cosas que suceden de manera inmediata pero hay que ver las que para la industria son más relevantes. La gente que se quedó en su casa más de lo normal vio la oportunidad de hacer algunos cambios y comprar piezas nuevas, como un sillón o una mesa de centro, eso fue positivo para muchas marcas. Por otro lado, está la gente que se ha ido a vivir a las afueras y eso genera un proceso de desurbanización y cambios en bienes raíces.

ELLE: ¿Cómo ha afectado la manera en la que vivimos en nuestro hogar y nuestro espacio de trabajo? ¿Y la forma en que consumimos y escogemos los objetos con los que nos rodeamos?

DH: El cambio más relevante que veo es que el diseño cambiará porque la gente estará trabajando desde casa y eso hará que cambie la manera en que pensamos el diseño de interiores y la arquitectura. Buscaremos crear ambientes cómodos en los que podamos trabajar, pero al mismo tiempo sentirnos en casa. Durante los últimos años, la cocina, el comedor y la sala se han unificado, por ejemplo, y trabajábamos de vez en cuando desde ahí pero ahora, ¿dónde se supone que trabajarás todo ese tiempo?

ELLE: Como resultado de la pandemia, ¿crees que nos hemos vuelto más necesitados de la naturaleza?
DH: Este año especialmente ha habido una serie de desastres naturales que nos hacen pensar más en el medio ambiente. Me he vuelto más considerado sobre nuestro efecto en la naturaleza y eso reafirma lo que es The Future Perfect, no vendemos productos desechables, nuestras piezas perduran, tienen calidad y se fabrican de manera artesanal. Toda la madera de De la Espada, por ejemplo, es de bosques certificados.

ELLE: ¿Qué crees que podemos aprender sobre este momento en particular?
DH: Este año en general ha sido una basura. Conozco a gente que ha perdido a un ser querido, gente que económicamente está estable pero tiene mucho estrés, todos en general hemos llegado hasta nuestro límite y nos hemos dado cuenta de que el que pensábamos que era el límite, no lo es, porque todavía podemos dar más. Por otro lado, hemos visto el mundo como un lugar más pequeño, unido por un solo acontecimiento de una forma increíblemente asombrosa, que en lo personal, no creí que fuera posible.

ELLE: Ustedes como galería, ¿cómo han vivido la necesidad de un espacio físico?
DH: Yo viajaba de Los Ángeles a Nueva York constantemente y el ritmo era demasiado acelerado, en ese sentido esta pausa ha sido positiva y hemos sacado provecho de los recursos digitales, pero por otro, definitivamente extraño las exposiciones en nuestros espacios. Seguro compartes esta idea conmigo, hay algo muy especial en poder ver los objetos –o una revista– en vivo y poder tocarlos.