Aunque a veces buscamos respuestas que están frente a nosotros, no es hasta que sucede algo que las descubrimos, como en el cuento de la vaca. Por si no lo han escuchado, les platico: Una familia de muy escasos recursos vivía de la venta de la leche que les daba su vaca, hasta que un día un sabio conoció su historia y le pidió a su discípulo que matara a la vaca sin que ellos se dieran cuenta. Tiempo después cuando el discípulo volvió, la familia vivía mucho mejor por lo que les preguntó qué había pasado. Resulta que cuando su vaca murió, comenzaron a despertar y fueron descubriendo habilidades que no sabían que tenían y ahora, gracias a ello, tenían una mejor calidad de vida.
A lo mejor ahora me entenderán cuando les platique que ¡me he deshecho de mi vaca y que mi Diploma en Diseño de Interiores ha sido cómplice de ello!

Resulta que al vivir la experiencia de este diplomado, descubrí que mi gusto por el interiorismo había surgido hace poco más de 15 años y que, sin saberlo, había transformado un par de espacios. Había realizado un diseño integral en mi departamento al diseñar y escoger los acabados de la cocina y baños, al seleccionar el piso de duela color almendra y conseguir cada uno de los muebles que ya tenía en mente. Sin conocimientos previos había podido realizar un proyecto de interiorismo al transformar mi bodega en un estudio equipado, el cual al agregarle estética y funcionalidad, se ha convertido en un espacio de renta de corta y larga estancia agregándole un mayor valor. Realmente no me había dado cuenta que contaba con estas habilidades, pensé que era un simple gusto y mucho menos sabía que todo era parte del interiorismo.
Aprendí que la informática y el interiorismo no son como el agua y el aceite como lo pensaba, comparten muchas de las etapas en la gestión de un proyecto; tales como identificar, entender e interpretar las necesidades del cliente para poder desarrollar y garantizar el éxito del proyecto. Descubrí que la transformación digital también es una tendencia en interiorismo y, en definitiva, que mi formación y experiencia podría aportar más de lo que pensaba.