Cerca de cumplir los primeros seis meses de casados, Meghan Markle y el príncipe Harry ya pueden mudarse a su nuevo apartamento en el Kensington Palace, junto a su hermano mayor, el príncipe William.
Según información publicada por el portal Daily Mail, el apartamento familiar estaba habitado por un primo de la reina Isabel II, quien decidió cederle la propiedad al hijo menor de Lady Di, una vez que se comprometió con Meghan .
Desde poco menos de un año, iniciaron los trabajos de remodelación con un costo de 1.4 millones de euros, para que los duques puedan habitarlo cuanto antes, ya que desde que se casaron tenían planeado mudarse a un espacio más grande.
Además del cambio de residencia y de las modificaciones en ciertos aspectos del día a día de los duques, sus perros también se verán beneficiados con la mudanza debido a que ahora tendrán un gran patio para jugar.
Como es tradición en la realeza los príncipes deben tener hijos cuanto antes, algo que no ha sucedido en el caso de Harry. Sin embargo, este cambio de apartamento con más espacio puede ser la antesala de un futuro embarazo.