Hasta antes de que su hija se comprometiera con Harry, Thomas y Meghan Markle llevaban la relación cordial que casi cualquier padre lleva con su hija. En varias entrevistas ella declaraba las veces que él la defendió cuando su origen racial era causa de discriminación cuando ella era una niña, o de cuando él la llevaba a los sets de grabación, donde Thomas fue creciendo hasta convertirse en director de iluminación de varias series de televisión. Hoy, a sus 73 años, Thomas dejó de ser el padre ideal para convertirse, al parecer, en la peor pesadilla de su hija menor. Por supuesto, los medios han influido porque como suegro del hijo de Lady Di lo han perseguido para tener sus declaraciones y él se ha dejado abordar sin problema. Lo más reciente se publicó ayer, cuando The Mail on Sunday difundió una entrevista en la que Thomas dice, entre otras cosas, que nada lo va a callar, que la familia real canceló los teléfonos por los que se comunicaba con los asesores de su hija y que le “irrita” el aire de superioridad de Meghan: “Ella no sería nada sin mí, la convertí en la duquesa que es hoy. Todo lo que es Meghan, lo hice yo”. ¿Qué otras situaciones incómodas ha provocado el papá de la duquesa de Sussex? Aquí te contamos:
1) Se dejó hacer fotos a propósito y que le pagaran.
El 14 de mayo, tan sólo unos días antes de la boda real entre Meghan y Harry, aparecieron unas imágenes de Thomas buscando información de ellos en un café internet, haciendo algunas compras y probándose el traje que usaría en la celebración. Parecían las fotos de paparazzi perfectas (aun con lo que afectaban la imagen de la familia real). El punto fue cuando se descubrió que le pagaron 135 mil dólares al papá de Meghan por ellas.
2) No entregó a su hija en el altar
Al día siguiente de que se descubriera este escándalo, el señor Markle sufrió un infarto y tuvieron que operarlo de emergencia, o al menos eso dijo. Por supuesto comenzaron a correr las especulaciones y fue comentadísimo que Meghan recorriera sola una parte del camino al altar y que al final tuviera que entregarla su suegro, el príncipe Carlos .
3) Habló de política públicamente cuando no debería hacerlo
En junio, en una entrevista por TV, Thomas dijo que había charlado con Harry por teléfono antes de la boda y que el príncipe le dijo que “le diera una oportunidad Donald Trump” cuando Thomas se quejaba del presidente. También comentó que le daba la impresión de que Harry no estaba cómodo con el Brexit (la salida de Reino Unido de la Unión Europea). Una de las reglas de oro de la monarquía británica es no hablar públicamente de política. Harry no lo hizo, pero a su suegro se le ocurrió contarlo a un medio de comunicación.
4) La supuesta falsa operación y enfermedad
Al poco tiempo de la boda real, Daily Mail publicó unas fotos de Thomas comprando comida chatarra sólo dos días después de su supuesta operación de corazón. Además informó que llamaron al hospital en donde él dijo que lo habían operado, donde le dijeron que no tenían registrado el ingreso de alguien con ese nombre en los días que él dijo (16 y 17 de mayo).
5) Es chantajista
Por si faltara algo, hace unos días, el mismo diario citó a un supuesto amigo cercano a Meghan que desmiente los dichos de Thomas sobre su operación y enfermedad. La fuente dice que todo fue una farsa y un pretexto para tratar de remediar la vergüenza que hizo pasar a su hija y a la familia real británica por las fotos del paparazzi y, ¿por qué no?, ganarse así la simpatía y la compasión de la gente, “limpiar” su imagen, pues. Aun con todo esto, Thomas lo volvió a hacer y parece que la pesadilla de Meghan continuará por un tiempo más.