Lidiar con los paparazzi no es nada fácil para las celebs, siempre están en una constante pelea porque sienten que invaden su privacidad, son rudos e incluso no saben hasta dónde llegar. Pero eso sí, algunas veces las celebs descubren sus propias fotos en Internet y resulta que les gustan más de lo que creían y se les olvida el momento en el que se quejaron mientras se la tomaban. Esta situación suena muy familiar para Jessica Simpson, cuando compartió una foto en Instagram y Twitter de un paparazzo. Todo parece normal, pues es una foto de ella y quiso usarla para sus redes. Al final, le encantó cómo salió. Y a pesar de que parece algo muy inofensivo, el fotógrafo la demandó por publicar la captura sin su permiso. Aunque no lo creas, no por tratarse de una foto de ella misma, significa que queda libre de derechos de autor. Sabemos que este tema es muy delicado y más en el mundo Hollywoodense , y está vez, Jessica sufrió las consecuencias de eso. Siempre culpan a los paparazzi y los llaman agresores, pero durante esta ocasión, parece que el fotógrafo buscó salirse con la suya y defender su punto, el cuál es muy válido.
La fotografía era la cantante saliendo del hotel The Bowery en Nueva York, y poco tiempo después de publicarla, un noticiero de celebridades dio conocer la noticia. The Hollywood reportar informó que la captura pertenecía a la agencia and Picture Agency. Misma que ahora está demandando a Jessica por infracción de derechos de autor. Splash le había otorgado una licencia a The Daily Mail para publicar las fotos en línea, pero jamás extendió el permiso a Simpson . Si la hubiera publicado con marca de agua, nada hubiera pasado, sin embargo, no lo hizo y eso le trajo consecuencias. "Las publicaciones de Instagram y Twitter de la cantante hicieron que la fotografía estuviera inmediatamente disponible para sus casi 11.5 millones de seguidores y otros consumidores de noticias de entretenimiento”, dice la demanda.
La demanda además afirma que Splash podría haber ganado más dinero con las fotos, pero dado que Simpson las publicó abiertamente a sus fanáticos, Splash perdió importantes ingresos por licencias. Es una situación complicada, sin embargo, es lo mismo que le pasó alguna vez a Khloé Kardashian, justo en abril de 2017. Ella fue demandada por $25,000 dólares por una agencia de fotografías del Reino Unido por publicar una foto de ella sin la licencia requerida.