The Summer I Turned Pretty Temporada 3, Episodio 3: El secreto ya no es secreto

Steven intenta trabajar desde la cama mientras se recupera, pero su compañera lo ignora. No se adapta bien al reposo. Laurel lo regaña, recordándole que tiene una lesión cerebral traumática y no debería estar frente a la pantalla todo el día. Ella, además, se siente culpable por no haber contestado la llamada de emergencia cuando hospitalizaron a Steven... porque estaba en la cama con John, su exmarido.

Mientras tanto, Agnes y Conrad salen a correr juntos. Ella, una estudiante de medicina pelirroja, demuestra ser muy sabia. Cuando Conrad dice que no está listo para tratar con pacientes y planea enterrarse en trabajo de laboratorio todo el verano, Agnes le sugiere ir a Cousins como “terapia de exposición” para enfrentar su amor evidente por Belly. También lo confronta por no ir a la ceremonia en honor a su mamá. Le dice que vaya y “normalice la situación”.

Belly visita a su amiga Anika, quien está empacando su dormitorio para irse a París. Se ponen nostálgicas, y Belly se tortura preguntándole qué opina sobre su regreso con Jeremiah tan pronto tras el engaño. Anika evita el drama y le dice diplomáticamente: “Confío en que tomarás las decisiones correctas”.

Camino a casa de su mamá con John, Belly casi le cuenta la noticia, incluso saca el anillo. Terminan hablando sobre cómo eran Laurel y John antes del divorcio: “realmente enamorados”. John casi revela que durmió con su ex, pero se detiene a tiempo.

Cuando John ve a Laurel, ella deja claro que lo que pasó fue algo de una sola vez. Tras discutir, él sugiere no asistir a la ceremonia de Susannah para mantener distancia, y Laurel acepta con una mirada triste. Belly habla con Steven para defender a Taylor, pero él no cede. Admite que necesita bajarse de la “montaña rusa Taylor Jewel” y encontrar estabilidad. Belly dice que lo entiende, pero le quita la computadora como castigo. John intenta ayudar, pero Steven lo rechaza, criticando su trabajo como profesor de historia. John promete recuperar la computadora, aunque se siente fuera de lugar con su propia familia.

Taylor busca consuelo con su mamá, Lucinda, y descubre que finalmente terminó con su novio Scott, a quien Taylor nunca soportó. Tal vez por su propia ruptura, Lucinda insiste en que Taylor debe arreglar las cosas con Steven.

Esa noche, Belly y Jeremiah tienen una incómoda conversación telefónica sobre cómo le contarán a Conrad sobre el compromiso. Ambos aceptan que la gente pensará que están locos. (¿Presagio?)

A la mañana siguiente, Taylor visita a Belly para disculparse por su reacción. Se reconcilian con cariño y chismean sobre los planes de boda. Taylor le asegura que está “a muerte” con ella y que la apoya completamente.

Taylor intenta mostrarse entusiasta con la situación y su esfuerzo es recompensado cuando Belly le pide que sea su dama de honor. Taylor ya está preparada con un scrapbook que hicieron de niñas sobre su boda soñada.

Cuando Taylor se va, encuentra a Steven en el sofá y la tensión es evidente, pero al despedirse queda claro que ambos siguen deseando estar juntos. Al ver la tristeza de su hija, Lucinda llama a Steven. Conversan brevemente sobre cómo se siente él y, de pronto, Lucinda cambia el tono: le pide que pase por su salón para revisar los libros contables y hacer una evaluación financiera… y que trabaje junto a Taylor, por supuesto.

Pero lo único que esto provoca es que Steven delate a Lucinda ante Taylor sobre la difícil situación financiera de su mamá. Tras revisar las cuentas, Steven ve que el panorama es grave y la alerta. Taylor enfrenta a Lucinda por haber dejado que Scott manejara su negocio y por hacerla pasar una vergüenza frente a Steven.

Belly y Laurel revisan fotos antiguas para el mural conmemorativo de Susannah y comparten recuerdos. Laurel dice que Susannah estaría muy orgullosa de los planes de Belly, como sus logros académicos y su próximo intercambio en París, pero definitivamente no de que su hija piense casarse antes de los 21. También hablan de Conrad, y queda claro que Belly aún tiene ansiedad por cómo reaccionará su ex al enterarse de su boda.

Belly se alista para la ceremonia, guardando su anillo mientras suena “Please Please Please” de Sabrina Carpenter. En el evento, Jeremiah logra dar su discurso —afortunadamente— y Conrad aparece, para sorpresa de todos. Belly y Conrad se abrazan de forma incómoda, y luego Adam, el despistado papá de los chicos, lo empeora al llamar a Belly “la hermanita”.

Camino al restaurante, Belly y Jeremiah conversan preocupados de que Adam diga algo fuera de lugar cuando anuncien el compromiso. Deciden esperar para dar la noticia, ya que el papá de Belly no está presente y ella quería decírselo a ambos padres al mismo tiempo.

Adam le da a Steven una tarjeta de su oficina y luego tiene una charla con Conrad sobre cómo ha cambiado la dinámica familiar. Steven le dice a Conrad que quiere “crear cosas”, no ser el eterno interno en formación. Conrad le responde que Steven ha logrado más que él, pero Steven le recuerda que fue Conrad quien ayudó a salvarle la vida al hacer la llamada clave durante su accidente.

La vibra en la cena es tensa. Laurel planea pagar, así que Belly evita los platos caros. Pero Adam se pone arrogante y ordena por ella: la torre de mariscos. Belly es muy consciente de la diferencia de clases entre su familia y los Fisher, y se molesta especialmente cuando Adam interrumpe a Laurel al proponer un brindis.

Finalmente, Laurel logra hablar y brinda por Belly y Steven. Adam celebra a Conrad, pero luego lanza una indirecta contra Jeremiah, llamándolo “súper senior”. Harta, Belly anuncia que planean casarse en agosto. Laurel pregunta si es una broma y Adam pierde el control, preguntando si está embarazada. Conrad permanece en silencio, horrorizado.

Laurel sugiere hacer cualquier cosa, menos casarse. Steven también se muestra consternado. Llega la torre de mariscos, pero Laurel cancela el resto del pedido. Belly y Jeremiah se van juntos, conmocionados. Luego, Laurel impide que Belly se quede en Cousins como había planeado, separando a los enamorados. Conrad queda olvidado mientras todos se marchan, solo en el estacionamiento del restaurante de mariscos. La terapia de exposición ha comenzado.

Este artículo fue publicado por primera vez en ELLE US .