"Por algo el universo nos hizo famosos": Anitta en portada de ELLE México

ANITTA (A): Creo que existen muchas versiones de mí. Identifico a tres personas distintas que viven en mí y que de hecho llevo tatuadas: una que es más sexy, una que es más punk y una de energía un poco más masculina. A veces me gusta experimentar con estilos que pueden ser divertidos y camp o ultrafemeninos o más relajados y zen. Tengo varios clósets con cada una de estas identidades y juego con todas ellas dependiendo de cómo me siento. No me quiero identificar con uno solo. Claro que por momentos disfruto mucho del estilo de Versace, el fit sobre el cuerpo de un vestido Dolce & Gabbana o la excentricidad de Mugler. Este cambio de lo que va sucediendo en mi vida diaria me lleva también a probar. Ahora, por la meditación y la tranquilidad que siento probablemente me vaya por un camino de pren- das más holgadas y relajadas.

(RNC): En cuanto a música también tienes un registro variado, ¿cuáles dirías que son tus referencias musicales?

(A): De niña escuché un poco de todo, no me limitaba. Desde Mariah Carey, mi cantante favorita, a Luis Miguel, pasando por bandas de rock como The Strokes y artistas de bossa nova como Marisa Monte; soy muy ecléctica. Me gusta bajar estas referencias a mi propia música y ser camaleónica, hacer cosas que la gente no se espera.

(RNC): Brasil tiene sus propios géneros musicales populares, vienen de la música urbana latina; escuchan funk y no reguetón. ¿Tienes esto en cuenta al momento de hacer una canción? ¿Piensas en la región a la que estará dirigida?

(A): Depende un poco de lo que estoy pensando en cada momento. Me interesa que la gente conozca mi cultura, por eso tomo el funk como inspiración y hago la composición en inglés o español, pero también lo pienso a la inversa. A veces hago una canción de reguetón o con vibras latinas, no de funk, en portugués, para que allá escuchen esos otros ritmos; me gustan las mezclas y jugar a extraer un poco de cada cosa. Para mí lo importante es comunicar el momento que estoy pasando, lo que vivo. Y me dejo guiar por el instinto una vez que ya tengo claro lo que quiero expresar.

(RNC): Estamos en un momento distinto de la industria. Parece que como artistas tienen una presión extra para que una canción se viralice o se vuelva popular en TikTok. ¿Piensas en esto al hacer tu música?

(A): Sí, me parece muy raro que hoy lo que hace que una canción sea exitosa o no, sean solo 15 segundos o un pedacito de video. Creo que si producimos música pensando en eso dejamos el arte de lado y terminamos haciendo cosas por estrategia. También es cierto que todos los trabajos del mundo tienen dos lados; la parte estratégica, de entender el entorno; y lo que hacemos por amor o por placer. A mí me parece muy importante proponer algo nuevo, así fue con Funk Generation, es un álbum distinto a lo que la gente está acostumbrada. Y hay que lograr un equilibrio; entiendo la industria y la fórmula en la que la música se difunde hoy, pero también quiero crear un espacio para experimentar. Antes las exigencias eran estar en las listas de popularidad o sonar en la radio, y como artistas siempre nos hemos enfrentado al: “mierda, quiero hacer plata, pero al mismo tiempo quiero hacer mi arte”. La parte que ha cambiado es que ahora el público tiene pereza de conocer cosas nuevas, por eso creo que se vuelven populares los covers y las nuevas grabaciones, pero es lógico. Estamos cansados en nuestro propio entorno digital y perdemos la capacidad de escuchar y de reflexionar en torno a contenidos diferentes a los que nos gustan. En la música nos afecta, pues nos limita a que podamos llegar a públicos que a lo mejor no nos conocen, porque solo nos muestra más de lo que ya nos gusta, pocas veces nos muestra algo que es totalmente nuevo.

(RNC): Dependemos de los algoritmos en todas las aplicaciones...

(A): Exacto. Y eso nos quita las ganas de buscar cosas nuevas y también de profundizar en los asuntos que nos parecen relevantes; si es un punto de vista con el que no empatizamos, lo quitamos, nos volvimos incapaces de cuestionarnos o de reflexionar. En la música por ejemplo, nos puede orillar a darle al público algo que ya está masticado y que ya entiende por completo. No buscamos amigxs que nos hagan aprender y dialogar, buscamos copias de nosotrxs para no lidiar con algo que nos desafía. Creo que hace ocho años teníamos un equilibrio perfecto, teníamos redes sociales y acceso a la información, pero también hacíamos otras cosas y no estábamos exclusivamente en el entorno digital.

(RNC): ¿Tienes algún proceso o alguna actividad que te ayude a inspirarte y desconectarte un poco de esos aspectos negativos del entorno digital?

(A): Sí, me encanta ir a retiros de meditación y espiritualidad; busco hacer cosas que me conecten conmigo misma. Pasamos tanto tiempo en las redes que olvidamos quiénes somos; vamos creando una versión de nosotros mismos que intentamos que quepa en un smartphone. También me gusta mucho viajar sola, estoy en un punto de mi carrera que considero perfecto; sé que soy famosa pero estoy en el límite de poder llevar una vida privada y hacer mis cosas. Valoro tener la posibilidad de hacer una carrera internacional, ser reconocida en Brasil (ahí sí no puedo ni salir a caminar), pero aún tengo la libertad de tener momentos míos, sola, sin todo el glam.

(RNC): Tienes una plataforma enorme; un público que te sigue por tu música pero también conecta contigo a nivel personal. ¡Tienes más de 60 millones de seguidores en Instagram! ¿Cómo dirías que usas esos canales?

(A): A mí me gusta comunicar cosas en las que creo firmemente; siguiendo mis principios. Sobre la preservación de la naturaleza, por ejemplo, soy cercana a organizaciones y grupos indígenas de Brasil que alertan sobre la situación de defensa del Amazonas y me gusta ayudar a difundir toda esta información. Así como situaciones en la política que pueden ser desfavorecedoras para los pueblos originarios de mi país. Creo que el internet es un reflejo del sistema capitalista que solo impulsa el consumo cada vez más rápido, y no entendemos que quien más sufre con esta sobreproducción es la naturaleza, si seguimos a este ritmo no vamos a tener aire para respirar y no importará de nada el look del día o qué prenda nueva nos vamos a comprar. Creo que mi papel –pero también el de cualquier persona que tiene una plataforma pública– es escoger asuntos que le apasionen y que puedan generar cambios positivos para la sociedad, y hacer uso de nuestra visibilidad para esto. Por algo, el universo, Dios o lo que cada quien crea, nos hizo famosos, no nada más para aspirar a hacer plata e inflar el ego, sino para cambiar las cosas. Si puedo ser un primer contacto de información para las generaciones jóvenes y motivar a que investiguen, y tomen decisiones con inteligencia, me doy por satisfecha. Claro que me encanta salir a bailar y tomar, y perrear, y compartir esta parte de mi vida diaria, así como mi proceso de armar un outfit, pero podemos compartir eso y al mismo tiempo tener otras preocupaciones.

(RNC): Has tenido oportunidad de trabajar con mucha gente de distintos países. En cada álbum tienes muchas colaboraciones, ¿cuáles han sido de tus favoritas?

(A): Todas han significado algo en distintos momentos, pero me gustó mucho trabajar con Missy Elliott, Snoop Dogg y haber grabado con Cardi B. Lo que me emociona mucho, además de conocer sus procesos, es poder voltear a ver mi carrera y darme cuenta de lo mucho que ha crecido y que he podido llegar a lugares donde no imaginaba.

(RNC): ¿Qué otras cosas te gustaría hacer a futuro?

(A): Estoy escribiendo, quiero publicar un libro. También he escrito algunos guiones para películas y series, me gustaría poder producir y dirigir estas historias, así como documentales. Tengo muchas ideas y quisiera trabajar por todo el mundo.

(RNC): Es muy importante que cada vez más mujeres intervengan en la construcción de historias...

(A): Sí, en mi caso también responde a un espíritu creativo. Creo que no es fácil para los demás entender que hay personas que queremos hacer de todo un poco; hay una necesidad por definir a los demás. Yo soy Anitta y solo canto esto y ya y si quiero escribir, o hacer cualquier otra cosa se me cuestiona, ¿sabes? No conciben vernos en otros espacios, pero yo quiero hacer de todo y todos tenemos esa posibilidad. En Brasil ya saben cómo soy y que puedo hacer cosas inesperadas de un momento a otro. Cambio constantemente y me encantaría que quien me acompañe pueda formar parte de todos esos cambios.