Taylor Swift aprovechó el breve descanso de su gira, The Eras Tour , para asistir el sábado a Coachella acompañada por su novio, Travis Kelce, quien también se encuentra libre de entrenamientos de la NFL. La pareja fue vista disfrutando de los conciertos en la noche y teniendo muestras de afecto públicas.
Para la ocasión, ella lució un total look negro conformado por unos shorts, un top, una chamarra y sneakers y él llevó pantalones azules a rayas, una playera blanca y encima una sobrecamisa de franela. Complementó su look con Converse blancos y una bandana verde. Para no llamar tanto la atención entre la multitud de asistentes, ambos llevaron gorras, Taylor, una verde y Travis, una blanca.