Durante una entrevista a Vanity Fair , la actriz confesó que ella aceptó darle vida a Anastasia Steele bajo condiciones muy diferentes a las películas que terminó haciendo. Continuó explicando que hubo muchos problemas mientras filmó, específicamente con E.L. James, la autora de la novelas en las que estaban basadas las películas.

"Tenía mucho control creativo, todo el día, todos los días, y solo exigía que sucedieran ciertas cosas", dijo Johnson sobre la autora. "Había partes de los libros que simplemente no funcionarían en una película, como el monólogo interior, que a veces era increíblemente cursi. No funcionaría decirlo en voz alta. Siempre fue una batalla. Siempre”.