Cuando se trata de obtener y hacer las cosas como quiere, Kim Kardashian no conoce de límites y más si se trata de mantener su mansión minimalista en Los Ángeles completamente blanca , aunque sus hijos lo detesten. Para quienes no sepan, la casa de la estrella de reality show es un mundo paralelo en diferentes tonos de blanco.
En una entrevista reciente durante el programa Live with Kelly and Ryan, la estrella de reality show confesó que hasta para elegir sus snacks piensa en el color, por lo que no puede comprar Cheetos naranjas.