La invitada más esperada a los Brit Awards fue sin duda alguna, Adele. La cantante tuvo un regreso triunfal a la red carpet. Para la ocasión, lució súper elegante, pero sin duda, lo que más llama la atención de su look fue el anillo que llevaba puesto en el dedo anular de la mano izquierda, mismo que levanto sospechas de un posible compromiso entre ella y su novio, el reconocido manager deportivo Rich Paul .
Adele usó un vestido negro con mangas off-the-shoulder y escote en V adornado con una especie de cuello de tul adornado con polka dos. El diseño de velvet firmado por Giorgio Armani Privè acentuaba su cintura a la perfección.