Publicidad
REVISTA DIGITAL

Síguenos en nuestras redes sociales:

Publicidad

Nabile Ahumada, Joaquina Mertz y Lucía Uribe sobre body neutrality y amor propio

Porque mi cuerpo es perfecto y el tuyo también.
mié 29 septiembre 2021 07:16 PM
ELLE-236-COVERSTORY_0006 (1).jpg
Joaquina Mertz, Nabile Ahumada y Lucía Uribe. Joaquina: medias y arete, Fendi. Reloj, Royal Oak Automático 34mm en cerámica negra, Audemars Piguet. Lucía: medias, Fendi. Anillos, Bulgari. Sports bra, Aerie. Nabile: medias, Fendi.

En este cuerpo que a veces juzgo tan duramente, que a veces desearía que fuera otro –más pequeño, más delgado, más grande, más fuerte, más “funcional”, más, más, más... siempre más– se encuentra mi casa. Mi hogar.

Tener un cuerpo es una cosa extraña. Aprender a habitarlo lo es aún más. Intentar aceptarlo es toda una travesía. Atreverse a amarlo parece imposible. O al menos eso hemos creído desde que tenemos conciencia corporal. Todes tenemos un recuerdo en el que nuestros cuerpos eran "demasiado" o no eran "suficiente". Aprendimos que siempre había algo que cambiar, que reducir, que agrandar, a perseguir un ideal que jamás podría ser real.

Crecimos pensando que debíamos vernos de cierta manera, que los cuerpos y las personas bellas eran de piel blanca, talla cero, con vientres planos, brazos tersos y la cantidad exacta de músculos y grasa corporal. Que si no nos veíamos así, pasaríamos el resto de nuestras vidas intentando hacerlo, empezando dietas, comprando cremas, haciendo rutinas de ejercicio, odiando nuestros cuerpos. Desaprender toda una vida de imágenes, películas, publicidad y comentarios desafortunados no es fácil. Conocer movimientos como el Body Positive, el Body Neutrality o acercarme a prácticas de autocuidado y amor propio me han ayudado a desaprender, cuestionar y construir la relación que tengo con mi cuerpo hoy.

Se habla de Body Positive y amor propio en muchísimos lugares. A veces los utilizamos casi como sinónimos, pero son dos conceptos diferentes. El movimiento Body Positive empezó como una lucha liderada por mujeres gordas y racializadas, quienes iban en contra de las estructuras violentas que oprimen a las personas gordas, para exigir y regular tallas para todos los cuerpos, pedir trato médico digno y libre de gordofobia, detener el acoso hacia cuerpos no hegemónicos y una larga lista de cosas que tie- nen que cambiar, que no pueden hacerse desde el amor propio o la autoaceptación. A partir de diferentes críticas y conversaciones, ha cambiado mucho desde sus inicios, hasta convertirse en el movimiento de neutralidad que habla más de que todos los cuerpos son merecedores de amor, respeto, cuidado y dignidad, simplemente por existir. No establece que todos los cuerpos son bellos, sino que cuestiona la idea de la belleza y la importancia que le damos. También habla de que a veces amarnos es aún más complicado y que podemos empezar por ser neutrales respecto a nuestros cuerpos, aceptándolos por lo que son.

Y es que el amor propio es más que levantarte un día y decirte que quieres quererte, no es una meta o un lugar al que llegas sino un camino que se anda todos los días, poco a poco, tropezón a tropezón, pero que vale la pena recorrer. Es también algo que debemos construir en colectividad. Para esta historia, queremos dejar claro que este cambio no pude quedarse solamente en actos individuales y por eso lo reforzamos junto a estas tres mujeres.

Publicidad

JOAQUINA MERTZ, compositora y cantante

ELLE-236-COVERSTORY_0002 (1).jpg
Joaquina Mertz. Look total de Fendi.

Mi primer recuerdo de cuando sentí que mi cuerpo estaba “mal” o no era suficiente es de cuando era niña. Desde que me acuerdo, siempre he sido gorda. Siempre ha sido mi tema, no importa dónde estaba en el mundo o qué estuviera haciendo, siempre es lo primero que la gente veía en mí y comentaba sobre mí. El otro día, mi mejor amiga y yo estábamos viendo un álbum de cuando teníamos diez años en su primera comunión y le conté que ahí ya estaba haciendo mi primera dieta. Las dos lloramos un buen.

La primera vez que escuché del Body Positive fue cuando hacía spoken word poetry en la universidad. Conocí a gente gorda que se amaba, que atraía a todo tipo de personas y me di cuenta de que podía sentirme igual; podía sentirme sexy en mi cuerpo, tomar decisiones por mí y no por cómo los demás se sentían acerca de mi cuerpo.

El amor propio es lo más increíble que tengo, hay espacio para mí en todos los sentidos. Y no solo tiene que ver con lo físico, sino con sanar lo que hay dentro, lo que te cala todos los días. El amor propio tiene espacio para el crecimiento, el perdón y la vulnerabilidad, y ser, solo ser. Con mi trabajo, mi música o el modelaje, busco transmitir esa seguridad y pasión. Espero que alguna niña o niñe me vea y vea a alguien contenta, que se ama. Que a través de mí se sientan más segures de quienes son, sin miedo y sin pena de ser quienes son. Sobre todo quiero que las mujeres me vean y sientan que ellas también pueden, que sepan que nada es inalcanzable. La representación es importante porque la diversidad es lo más hermoso que tenemos. Dentro de las diferencias conocemos todas las similitudes, merecemos conocer y disfrutar de distintas culturas, personajes y formas de ver la vida.

Ya dejé de seguir a gente que me causaba ansiedad o inseguridad. Ahora solo sigo a mujeres que me inspiran, cuentas que hablan sobre la revolución del cuerpo y a personajes que verdaderamente gozan quienes son. Cuando estoy bajoneada me pongo un outfit que me haga sentir supersexy, pongo mis canciones favoritas y bailo frente al espejo.

Publicidad

NABILE AHUMADA, creadora de contenido

ELLE-236-COVERSTORY_0001 (1).jpg
Nabile Ahumada en look total de Dolce & Gabbana.

El primer recuerdo de cuando sentí que mi cuerpo estaba “mal” fue en sexto de primaria, esa también fue mi primera expriencia con las dietas. Me di cuenta de que mi cuerpo no era igual al de mis amigas o que era la más grande de mi grupo, también por mi altura. Al ver que mis amigas estaban siempre en la búsqueda del cuerpo perfecto, aún siendo delgadas, pensaba: "si ellas que son delgadas no se ven delgadas ellas mismas y buscan la perfección, qué me queda a mí, estoy súper de la chingada”, y dije: "estoy mal, también debería preocuparme como se preocupan ellas”.

Hoy más que nunca, cuando estamos bombardeados de imágenes y estereotipos del cuerpo perfecto, es importante que las personas sepan que existe un movimiento en el que se pueden romper todas las ideas preconcebidas que se nos inculcaron en algún momento. Mi primer acercamiento al movimiento Body Positive fue en Instagram. Lo que más me impresionó fue saber que existía un lugar en el que sí se aceptan y se le da valor a estos cuerpos que no cumplen los estándares de belleza que la sociedad nos pidió que cumpliéramos. Para mí el Body Positive es la aceptación de todos los cuerpos y saber que todos los cuerpos, en todas sus formas, son dignos de quererse, cuidarse y sobre todo, mostrarse.

Lo que busco transmitir con mi trabajo es saber que tu poder y tu virtud más grandes son ser tú mismo. Dejarle saber a la gente que el hecho de que no quepas en ningún molde o estereotipo está bien, está bien ser diferente, está bien ser tú.

Por eso es importante vernos representadas, pues ahí es en donde nacen todas las inseguridades y los estereotipos. Se nos inculcó una representación de lo que debe de ser (las modelos, perfectas, delgadas, altas, rubias), pero el hecho de cambiar esa comunicación y empezar a ver cuerpos y a personas diversas hace que las futuras generaciones se den cuenta de que hay otras personas con las que también se pueden identificar; ahora puedo ver en la tele a alguien que se ve como yo.

Empecemos por cuestionarnos todo lo que nos inculcaron y desaprender muchas de las cosas que nos han dicho desde que nacimos para empezar a formar nuestro propio criterio.

Cuando te da el bajón lo importante es no culparnos por sentir este bajón, no sentirnos mal y no reprocharnos el hecho de que no nos hayamos levantado amando cada centímetro de nuestro cuerpo, sino ser compasivos con nosotrxs mismos. Recordar el camino que ya hemos recorrido, en donde estábamos parados antes y dónde estamos ahora.

Saber que esto es un día a la vez, un día vamos a trabajar algo y otro día otra cosa. Aprender a reconocernos y ver estas pequeñas cosas de nosotrxs que a veces se nos olvidan y son tan valiosas.

El amor propio es la base de absolutamente todo, sin amor propio no puede haber absolutamente nada. Lo definiría como la aceptación, el respeto, el valor, los pensamientos positivos y las consideraciones que tenemos hacia nosotrxs mismos y que quienes nos rodean pueden apreciar. Sin embargo, depende de nosotrxs mismos y nuestra capacidad para querernos, aceptarnos, pero no es algo lineal. La parte más difícil de mi camino ha sido darme cuenta de que es algo que se tiene que trabajar día con día. Todos los días tengo que tomar la decisión de quererme, aceptarme, cuidarme y respetarme.

Publicidad

LUCÍA URIBE, actriz

ELLE-236-COVERSTORY_0003 (1).jpg
Lucía Uribe en vestido de Marika Vera. Collar y anillos, BVLGARI.

Para mí el movimiento Body Positive viene a dinamitar el mito de que la belleza es ese modelo inalcanzable que nos mantiene siempre insatisfechas con nuestro cuerpo: que con una crema, una dieta, maquillaje o sentadillas por fin seremos deseables y dignas del amor de un hombre. Qué triste que el amor de tu pareja dependa de hacerte la violencia de pasar hambre o comer brócoli con sal durante diez días.

Por décadas nos han bombardeado en series, películas y publicidades con un modelo de belleza femenina que nos venden como deseable. Nos han dicho que ser joven, blanca, flaca, con piel suave es lo bello. Pero ¿quién decidió que esto es así? ¿por qué para los hombres no existen mandatos tan estrictos de belleza y en las películas ellos pueden ser viejos, jóvenes, flacos o gordos sin que eso impida que su protagonista se enamore de él? Nos vendieron que las mujeres debíamos entrar en ese absurdo molde de belleza para alcanzar ese ideal que, nos dijeron, nos haría felices: ser amada por un hombre.

Para mí, ver la serie Girls de Lena Dunham fue importante porque tanto la personalidad como el cuerpo del personaje principal se salían claramente del estereotipo más frecuente de belleza femenina que perpetúan las series y películas. Que el personaje principal fuera una mujer inteligente, divertida, sexual, y no-hegemónica en su belleza fue para mí como un respiro de aire fresco, y sentí paz de sentirme —por lo menos en parte— representada en una ficción.

El movimiento Body Positive da visibilidad a una diversidad más amplia de cuerpos que se desmarcan de ese ideal absurdo. Nos invita a hacer conciencia de la violencia que este sistema ejerce contra las mujeres y lo fácil que es que nosotras mismas, al ser parte de este sistema, ejerzamos esa violencia contra nuestro propio cuerpo. Esto es importantísimo porque al invitarnos a cuestionar estos ideales, nos permite ir descubriendo cuál es nuestra propia definición de belleza, que ojalá siempre tenga que ver más con nuestra propia libertad, goce, diversión y cuidado, que con mutilarnos para agradar.

Hay que ser más suaves y amorosas con nosotras mismas. Ser conscientes de que no es nuestra culpa haber sido criadas en esta sociedad que rechaza y castiga a los cuerpos o personalidades femeninas que no caben en el canon de belleza patriarcal. También que hay que reconceptualizar la idea del amor y el éxito, más bien estar atentas a lo que realmente nos da placer, nos llena, nos hace cagarnos de risa, nos hace sentir seguras. Para mí, regar esos espacios que me dan placer y en los que me siento libre es lo que más valoro. Porque al procurarlos van teniendo más protagonismo en mi vida y contrarrestan un poco la violencia de la sociedad.

Con mi trabajo deseo ser honesta en mis interpretaciones. Estamos llenxs de contradicciones y siempre habrá en nosotrxs cosas que nos gustan y otras que no. Con la actuación siento que tengo la oportunidad de compartir eso: a través de mis personajes puedo expresar miedos, dolores, alegrías, placeres, de la forma más transparente y fiel a mí que pueda.

Es importante vernos representades porque las ficciones nos educan, nos muestran mundos posibles. Y cuando vemos, por ejemplo, un estereotipo de cómo es una mujer bella y deseable, y lo vemos repetido UN MILLÓN DE VECES en un millón de ficciones, algo de eso necesariamente entra en nuestra psique. Y es muy dañino porque nos hace creer que debemos ser como ese estereotipo, pero es falso. En cambio, una diversidad en la ficción, en cómo se cuentan las historias, qué cuerpos se ven en ellas, y el modo en el que los personajes se relacionan, puede abrir otros mundos para los espectadores.

Fotos: @seojups
Entrevista: @marmarmaremoto
Estilismo: @jess.en.ingless y @nashhh
Maquillaje: @anagdev y @makeup_nevarez
Pelo: @manueloliva10
Diseño de set: @alo_murillo_
Producción: @ximenamorfin @ferpachco para #ELLEMéxico
Editora general: @candanoclau

Publicidad