Fue exactamente el 14 de septiembre de 2017 cuando Selena Gomez compartió un álbum de tres fotos en Instagram en las que mostró su cicatriz, la de Raisia y una imagen en las que ambas aparecen tomadas de la mano desde sus camillas en el hospital.
"Soy muy consciente de que algunos de mis fans se habían dado cuenta de que me ausente parte del verano y me preguntaban por qué no estaba promocionando mi nueva música, de lo que estaba muy orgullosa. Entonces descubrí que necesitaba un trasplante de riñón debido a mi lupus y me estaba recuperando. Era lo que necesitaba hacer por mi salud en general. Sinceramente, espero poder compartir contigo, pronto, mi viaje a través de estos últimos meses como siempre he querido hacerlo. Hasta entonces, quiero agradecer públicamente a mi familia y al increíble equipo de médicos por todo lo que han hecho por mí antes y después de la cirugía. Y finalmente, no hay palabras para describir cómo posiblemente pueda agradecer a mi hermosa amiga Francia Raisa. Ella me dio el mejor regalo y sacrificio al donarme su riñón. Estoy increíblemente bendecida. Te quiero mucho hermana", escribió y añadió que la enfermedad que padece, lupus sigue siendo muy incomprendido pero continúan investigándola y compartió un link sobre la investigación.