Alguien subió misteriosamente el documental completo, de 90 minutos, titulado Royal Family, en YouTube. Lo subieron dos veces con la opción de compartirse, lo cual dio a los fanáticos curiosos la oportunidad de ver qué era tan personal sobre la familia real que la reina literalmente lo prohibió.

Este documental fue creado durante una época de malestar social en contra de la monarquía. Así que su prohibición parecía que se trataba de contenido mucho más fuete. Con lo que se encontraron fueron escenas de la vida familiar de la realeza. Cenas familiares muy elegantes, la reina recibiendo visitas de Estado, un entusiasta Felipe, y un joven príncipe Eduardo aprendiendo a leer, nada demasiado vergonzoso.
Además de mostrarla en las tareas de crianza de los príncipes.
