Y es que el amor de Marina por el teatro es tan genuino que ha dedicado su vida a él. Ganó fama internacional por su papel en Roma (2020), pero su centro siempre ha estado en ese arte donde la presencia, noche tras noche, lo es todo. Supo que su des- tino estaba allí desde que vio La honesta persona de Sechuán de Bertolt Brecht. A él le atribuye su criterio y su formación como actriz. "Es un arte muy noble, pequeño, no es masivo e históricamente ha sobrevivido todo tipo de crisis. Pero no pensé que me tocaría vivir una, que llegaría un tiempo donde sería posible hacer cine, pero no una obra. Es doloroso ver que todo puede retomarse, menos el teatro”, dice con nostalgia.

Ella, que de por sí acostumbraba a reflexionar sobre el teatro, durante el confinamiento ha pensado en él como nunca antes. En este tiempo también recibió propuestas para actuar en formatos digitales, pero la mayoría eran muy inmediatas, hasta que llegó El paraíso de la invención, escrita por Isabela Coppel, con la oportunidad de hacer un ejercicio riguroso. La actriz protagoniza esta propuesta teatral grabada para estrenar a finales de este mes en Teatrix, la primera plataforma de streaming creada exclusivamente para ver obras de teatro en alta definición. Dicha puesta en escena estaba planeada para estrenarse con una temporada completa en recintos, y ante la imposibilidad de ello, decidieron realizarla como un homenaje a la dramaturgia.