A pesar de que gran parte de The Crown está basada en la vida real, como el almuerzo que tuvo la princesa Diana con Camila Parker-Bowles y el viaje del príncipe Carlos a Australia, hay detalles que no son del todo ciertos por lo que el gobierno británico le está exigiendo a Netflix que aclare que es un programa de ficción.
En una entrevista reciente, el secretario de cultura de Inglaterra, Oliver Dowden explicó que piensa que varias personas que ya vieron la cuarta temporada de la exitosa serie de Netflix creen que todo lo que pasa es real y que cada palabra que se dice es un hecho sin darse cuenta que se trata de una dramatización. Como es de esperarse, todas esas falsas creencias dañan la reputación de la familia real.