Aún con estas afirmaciones de parte del abogado de la cantante, el juez se negó a remover al papá de la tutela legal bajo la que vive Britney. Ahora, ella expresa a través de su abogado que seguirá sin trabajar y sin tener el control de su carrera e incluso, sin poder disponer de la fortuna que ha ganado con sus éxitos.

Desde 2008, luego de la crisis pública que tuvo, la cantante vive bajo una tutela que es un arreglo legal muy complejo y que comúnmente se utiliza para ancianos, enfermos y personas con demencia senil que no tienen capacidad de decidir sobre su vida. A diferencia de esos casos, Britney tiene 38 años y ha comprobado que es una artista capaz, pues ha seguido haciendo residencias de conciertos.
Esta tutela controla sus finanzas, su trabajo, su agenda, las entrevistas que le permiten dar y hasta su vida cotidiana como los doctores que la atienden y los permisos para viajar. Todo esto es decidido por su padre, Jamie Spears.