Desde que comenzó la pandemia, la reina Isabel se refugió en su Casa en Barmoral con el fin de permanecer segura y no había asistido a ningún evento público y físico hasta ahora. Todo lo había estado manejando por medio de videollamadas.
La reina acompañó a su nieto, el príncipe William a su visita al Laboratorio de Ciencia y Tecnología y Defensa de alto secreto en Portón Down, en Wiltshire en el Reino Unido. Para la ocasión, la monarca usó un abrigo rosa con un sombrero a juego y mocasines negros.