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Por qué Frida Kahlo sigue siendo un ícono de belleza atemporal

Más allá del mundo del arte, la pintora mexicana sigue siendo un modelo eterno de lo que significa ser tu propia musa.
lun 15 septiembre 2025 10:27 AM
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La belleza atemporal de Frida Kahlo

Tenía 11 años cuando alguien —mi hermano— señaló el vello que empezaba a crecer sobre mi labio superior, y 12 cuando mi mamá me llevó al fondo de un salón de uñas para borrar la sombra de bigote que la pubertad me había traído. La mujer que hacía la cera también separó firmemente mis cejas en dos arcos distintos, un dolor que mi madre conocía bien porque llevaba años depilándose el rostro. Ese era el secreto de mi familia México-americana: mi padre y mis tíos todos tenían bigotes y cejas tupidas, pero también las mujeres. Simplemente nos deshacíamos de ellas.

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Mientras crecía, la belleza latina se limitaba a menudo a estereotipos: cejas ultra delgadas como hechas con plumón y sombras escarchadas en un extremo del espectro, y en el otro, una cabellera llena de luces rubias que yo no podía costear. Una tercera opción —la ceja unida y el peinado con trenzas y listones de la artista Frida Kahlo, que aparecía en murales de mi ciudad natal, Los Ángeles— parecía desentonar con los tiempos. ¿Para qué me expondría a burlas si podía depilar, arrancar, encerar?

Aun así, la imagen de Kahlo me seguía a todas partes. En la Ciudad de México, donde pasó la mayor parte de su vida y donde yo pasaba los veranos con mi abuela y mis tías, era aún más omnipresente. Estatuas y murales reinan en parques, mientras los vendedores ofrecen a los turistas aretes, imanes y otros recuerdos con su imagen más básica. Menos comunes son los corsés ortopédicos o la discapacidad que exploró tan profundamente en su obra.

Frida Kahlo (1907-1954).
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“Pinté mi propia realidad”, se le cita diciendo. Esa realidad incluía una exploración de su imagen que ha capturado la eterna fascinación —y admiración— del mundo de la moda y la belleza. Maria Grazia Chiuri, entonces directora creativa de Dior, creó la colección crucero 2024 inspirada en Kahlo , con modelos que desfilaban con peinados trenzados y cejas naturales. También fue musa de Riccardo Tisci en Givenchy, cuya colección de alta costura otoño/invierno 2010 presentó estructuras óseas inspiradas en la anatomía humana y cinturones que evocaban una columna vertebral. A veces, la representación es más edulcorada. Marcas de maquillaje han dedicado líneas completas a sus labios rosados y cejas marcadas (aunque suelen omitir la ceja unida). En 2018, Mattel lanzó una Barbie en su honor que solo tenía un tenue trazo de ceja unida —y que, en esencia, seguía pareciendo Barbie.

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Pero es la honestidad brutal de sus autorretratos lo que ha hecho de Kahlo un ícono de belleza, a pesar de no encajar en los cánones convencionales. En Autorretrato con vestido de terciopelo, una obra temprana, aparece refinada, con rubor brillante y cabello lustroso, mientras que en Autorretrato con el pelo corto (1940), se muestra con un corte irregular y las tijeras que usó para cortarlo. Otras obras presentan su ceja como una flecha que apunta hacia su bigote y labial rosa. Incluso incluye su vello púbico en Hospital Henry Ford, el cuadro que representa su aborto espontáneo. La industria de la belleza a menudo nos dice que abracemos nuestras “imperfecciones”, pero tengo la impresión de que Kahlo nunca vio sus rasgos naturales como tales: los enmarcó con intención —vello facial incluido— y se proclamó su propia musa.

Para Jimena García, artista de cejas de Chanel, la decisión de Kahlo de salirse de los estándares estéticos representa su profunda humanidad y la hace aún más bella. “Hoy vivimos en un mundo donde, si muestras ese [dolor], también muestras vulnerabilidad, pero esa es su fortaleza”, dice García. En Las dos Fridas (1939), por ejemplo, Kahlo representa dos versiones de sí misma: una mujer vestida con un traje victoriano blanco, desangrándose con el corazón abierto, y su reflejo sereno, vestida con su característico huipil. Ambas Fridas tienen la misma ceja unida y peinado, pero una es más pálida y la otra más vibrante, con rubor en las mejillas. Es esta última —la que luce el bigote con más claridad— la que más resuena conmigo, una mujer méxico-americana que aún explora cómo presentarse ante el mundo con una identidad multifacética.

Frida Kahlo artista más buscada Internet

“Hace falta valor para destacar”, dice Sandra Velásquez, fundadora de la marca de belleza mexicana contemporánea Nopalera. “Creo que hoy damos eso por sentado, pero eso es lo que ella representa para mí: alguien que fue completamente ella misma y realmente no le importaba lo que pensaran los demás.”

Con el tiempo, la imagen de Kahlo ha sido suavizada. Puede llamarse el riesgo de la comercialización o el efecto caleidoscópico de los tributos que la reinventan poco a poco hasta convertirla en mito tanto como en persona. “No sé si necesariamente le gustaría, pero tampoco creo que lo criticaría, porque el arte es arte al final del día”, dice Luisa Navarro, autora de El Día de Muertos en México y fundadora de la tienda artesanal Mexico in My Pocket en Brooklyn. Una gran exposición llamada Frida: La creación de un ícono, que se presentará en 2026 en el Museo de Bellas Artes de Houston y después en la Tate Modern de Londres, explorará su paso de artista relativamente desconocida en vida a figura monumental.

frida kahlo subasta récord
Mandatory Credit: Photo by John Angelillo/UPI/Shutterstock (12590819d) Self-Portrait Diego y yo (Diego and I) by Frida Kahlo is on display as part of the Modern Evening Auction at a press preview for New York Marquee Evening Sales at Sotheby's in New York City on Friday, November 5, 2021. New York Marquee Evening Sales at Sotheby's in New York, United States - 05 Nov 2021

Para mí, y para los millones que visitan su casa en Coyoacán cada año, solo hay una Frida original. Su imagen perdura: en sus pinturas y fotos, en los productos de belleza y los pinceles que nunca llegó a usar por completo. Nadie puede negar que vivió la vida al máximo —subversiva, creativa— y a pesar de todo lo que sufrió. Y aunque todavía me paro frente al espejo con unas pinzas cada semana, estoy tratando, a mi manera, de construir una vida como la suya.

Este artículo se publicó por primera vez en ELLE US .

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