Los procedimientos estéticos ahora son casi indetectables sin un antes y después(Instagram @lindsaylohan )
Kathleen Hou
En los últimos años, los rostros parecían llevar logotipos: frentes esculpidas con Botox, labios voluminosos gracias a Juvederm y mejillas realzadas por Restylane. Sin embargo, algo ha cambiado. Hoy en día, es difícil identificar qué procedimientos se han realizado las personas. La nueva estética se basa en la sutileza, lo que algunos llaman "la era de lo indetectable".
"Es sobrio", comenta Daniel Martin, un reconocido maquillador de celebridades, al reflexionar sobre esta tendencia. Conocido por su dominio del maquillaje natural, Martin describe la evolución hacia lo que llama "mejillas con relleno no detectable". “La tecnología ha avanzado tanto que ahora los resultados son completamente imperceptibles”, explica.
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El término "Era de lo Indetectable" fue popularizado en TikTok por Prem Tripathi , un cirujano plástico en California, quien describe esta nueva corriente como un estilo donde es imposible señalar un cambio específico, más allá de lucir espectacular. El rostro impecable de hoy es una mezcla suave de varios tratamientos: inyectables, láseres y cirugías. Mejillas firmes, pero no abultadas; piel tersa, pero no estirada. Es la nueva definición de Hollywood de "envejecer con gracia" (con la ayuda de miles de dólares en citas con dermatólogos y cirujanos plásticos). Catherine Chang, cirujana plástica en Beverly Hills, describe un buen resultado en esta era como: "Nadie debería mirarte sin un 'antes y después' y saber que te hiciste algo".
Los avances médicos también han hecho posible esta tendencia. Una de las innovaciones son los potenciadores de la piel o skin boosters, como los polinucleótidos y Profhilo, aprobados en Europa. Estas sustancias estimulan la producción de colágeno y generan un efecto que muchos describen como "saludable", un sinónimo de naturalidad.
Eunice Park, dermatóloga en Nueva York, afirma: “Estos procedimientos sutiles hacen que te veas bien, pero nadie puede identificar qué te hiciste”. Además, los expertos están educando a sus pacientes para que no vean el Botox y los rellenos como soluciones universales para problemas como la flacidez de la piel, ya que no fueron diseñados para eso. Park afirma constantemente: "El Botox y los rellenos no tensan la piel. Podría decir esto cien veces más".
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En el pasado, ciertos detalles como las cicatrices en las patillas eran delatores de una cirugía facial. Hoy,la cirugía endoscópica y los lifting profundos, que llega hasta las capas más profundas de la piel, ofrecen resultados mucho más naturales. Según Catherine Chang, cirujana plástica en Beverly Hills, "una buena intervención no debería ser evidente sin una comparación directa de antes y después".
Los cirujanos también han perfeccionado el arte de ocultar cicatrices. Por ejemplo, ahora colocan las incisiones en zonas de sombra o líneas naturales del rostro, como los pliegues detrás de las orejas, para que pasen desapercibidas incluso bajo el lente de una cámara.
El uso de láseres también ha ayudado a minimizar cicatrices. Prem Tripathi señala: "Estamos utilizando láseres de manera juiciosa, no solo para mejorar el aspecto de las cicatrices con los años, sino para cambiar fundamentalmente la biología del proceso de cicatrización". Las cicatrices incluso pueden ser tatuadas por artistas médicos para que coincidan mejor con el tono de piel.
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La cirugía plástica discreta es el nuevo símbolo de estatus, requiriendo no solo una inversión monetaria significativa, sino también tiempo y dedicación. Los planes de recuperación personalizados, que incluyen desde apoyo nutricional hasta cuidados postoperatorios especializados, son clave para obtener resultados excepcionales.
Algunos de nosotros siempre hemos deseado que nuestro trabajo estético permanezca indetectable, nuestro esfuerzo invisible contra las fuerzas de una sociedad que discrimina por la edad. Otros, según el Dr. Jordan Terner, cirujano plástico en Nueva York, prefieren lucir los rellenos en su rostro de la misma manera que portarían Gucci o Prada. “Quieren que la gente sepa que se han hecho algo, y que pueden pagarlo”.
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Con el auge del "no make up-make up" en los últimos años, muchos estamos familiarizados con la paradoja del trabajo que parece sin esfuerzo: tutoriales diarios de maquillaje con 15 pasos o extensas rutinas de cuidado de la piel. La "era de lo indetectable" lleva este desafío a otro nivel, logrando un logro secreto de belleza: alguien podría atribuir su apariencia mejorada a beber agua y reducir el estrés, o haber conseguido un lifting facial secreto.
En última instancia, la cirugía no es un simple retoque; una blefaroplastia o un lifting son tratamientos completos. Podemos mentir a los demás, pero no a nosotros mismos acerca de lo que realmente estamos haciendo. “Tengo pacientes en sus setenta. Trato de decirles: ‘Está bien. Tienes 76 años. Está bien tener una línea. Quieres lucir natural, fresca y elevada. No quieres verte cansada, pero puedes lucir renovada y seguir teniendo algunas líneas en tu rostro’”, explica Terner.
Envejecer, por supuesto, no es una elección. Pero la era de lo indetectable ofrece nuevas opciones para quienes desean hacerlo discretamente.
Este artículo se publicó por primera vez en ELLE US y fue adaptado para ELLE México.
